Por Álvaro Royo (Especial para Revista Zetta).- (Xiamen – China).- Habría que explicarle a los dirigentes de Cartagena que la ciudad que queremos se construye desde un escritorio con arquitectos urbanistas, con la norma y con los planos de los lotes a intervenir, no son los dueños de estos predios que con el dedo, un topógrafo y un maestro de obras como se traza la ciudad que se quiere.
Historia
Cuando Cartagena comenzó a crecer por fuera de las murallas, los dueños de las fincas o de los lotes de extramuros hacían sus divisiones teniendo en cuenta el mayor número de predios que pudieran representarle mayores ingresos, o si los terrenos eran de invasión el que ocupaba determinaba el grosor de las calles, hasta donde llegaba una cuadra o de cuando era el frente y el fondo de cada predio, con el dedo y los vecinos se construían los barrios que vemos hoy en día, luego en las elecciones se negociaba con el político los servicios y la legalización, y si se ponían más votos, cemento y tejas para ir cambiando los materiales de los cambuches.
Los barrios que se planificaron como El Socorro, por dar solo un ejemplo, eran diseñados y construidos con una vocación mezquina y miserable que por su mismo diseño estaría garantizado el mal vivir y el hacinamiento de familias numerosas y necesitadas con casas de pesebre hechas para incomodar y joder a quien las habitara.
Hoy en día
Y como el que es caballero repite, no se ha cambiado la fórmula y estos señores siguen cometiendo las mismas pendejadas, o ¿qué es la ciudadela Bicentenario? Diseñada y construida como dije antes, con y por un pensamiento mezquino y miserable, al que diseñó esa vaina junto a los autores materiales de ese crimen deberían condenarlos a vivir en ellas de por vida, ¡no merecen menos estos señores por Hijos de Fruta!
Puffff
Y lo seguimos haciendo, hay proyectos que se están vendiendo hoy en la zona Norte, en Tierrabomba, en Bayunca y en todos los sitios de expansión y crecimiento de la ciudad en esas, el dueño del lote, con el dedo, el topógrafo y el maestro diseñando la nueva Cartagena, esa que seguirá generando zonas subnormales y barrios que serán incubadoras de delincuencia porque allí no hay ningún tipo de planificación, no hay espacio para el centro de salud ni para el colegio ni se puede determinar qué zona se inunda o no, ni qué terrenos son aptos y cuáles no. Nada, nada se les deja a nuestros urbanistas que tenemos muchos en Cartagena, especializados en universidades de varias partes del mundo, pero allí están sin poder desarrollar lo que aprendieron en beneficio de Cartagena que necesita y mucho de una buena planificación, de urbanismo de verdad.
El error sigue siendo después de desarrollada la zona comprar predios para corregir errores urbanísticos y ensanchar calles pero ya cuando hay poco que hacer porque las demandas y las exigencias de los que habitan esas comunidades hacen esas intervenciones casi que inviables.
El Estado debe entrar a intervenir las zonas de expansión y crecimiento de Cartagena justo con los dueños de los predios y cuando estos están vacíos, ¡y no después! El trabajo hay que hacerlo antes, Estado, propietarios, urbanistas, y luego entonces si a vender lo que ya ha sido planificado.
Así es más fácil todo, pero insistimos en seguirlo haciendo al revés
En Asia
Lo que alcanzo a ver acá es una planificación en todo lo que se va a construir, antes que particulares puedan vender un predio hay una norma que hace que ese predio vaya primero a ajustarse al POT (Plan de Ordenamiento Territorial) local, allí puede ver cómo van quedar las calles y qué va a ir en su terreno, si puede vender para hacer fábricas o para edificios de oficinas o viviendas o centros comerciales o casas, de cuantos pisos etc. Y en ese mismo POT hay una parte la cual es determinante y es el paisaje, el verde, los pulmones de nuestras ciudades, tema súper importante en estas épocas de calentamiento global.
Thinking
Cartagena tiene que parar ese ciclo que nos acompaña desde cuando la planificación dejó de hacerse en España, desde esa época luego de la Colonia pensamos que hacerlo aquí era así, con el dedo y el deseo, pero es mucho más que eso, es planificación, orden, norma, estudios como se construye la ciudad que queremos.
La ciudad árida y caliente de cemento debemos cambiarla por una planificada por nuestros urbanistas, verde y floral, con sus servicios públicos y teniendo en cuenta población cultura y necesidades.
No con el dedo, el topógrafo y el maestro.
¡Un abrazo!
Alvaro Royo
0086-13559231344