La Corte Constitucional de Colombia ha ordenado el regreso de las corridas de toros a la Plaza La Santamaría de Bogotá, prohibidas desde junio de 2012 por el alcalde de la ciudad, Gustavo Petro.
El tribunal falló en favor de la Corporación Taurina una acción de tutela (recurso de amparo) presentada contra la decisión de Petro que rescindió el contrato de arrendamiento de la plaza al reivindicar los espacios públicos para «actividades de vida y no de muerte».
Con ponencia del magistrado Mauricio González, la Corte encontró «que no existe una norma legal que imponga la prohibición general de los espectáculos taurinos». «Antes bien, la Corte ha avalado la regulación legal de estas actividades contenida en la Ley 916 de 2004, en cuanto tradición cultural de la Nación, susceptible de ser reconocida por el Estado», señala la sentencia.
Según el tribunal, las autoridades de Bogotá deberán disponer lo necesario para la reanudación del espectáculo taurino en un plazo de seis meses y adoptar mecanismos contractuales y administrativos que garanticen la continuidad de la tauromaquia.
La ponencia del magistrado González se basó en dos sentencias de la propia Corte Constitucional frente a las corridas de toros, una de las cuales, del año 2010, señala que este espectáculo sólo puede hacerse en los municipios en los que sean manifestación de una tradición regular, como es el caso de Bogotá.
Desde comienzos de este mes un grupo de novilleros colombianos ha estado en huelga de hambre frente a La Santamaría para pedir el regreso de la tauromaquia a Bogotá con el argumento de que la prohibición vulnera su derecho a la libre expresión y al trabajo.
Su iniciativa ha recibido el apoyo del mundo taurino en forma de brindis o de mensajes de aliento en las redes sociales pero la figura que más cerca ha estado de ellos ha sido César Rincón, el matador de toros más importante de la historia de Colombia.
“La autoridad administrativa intervino indebidamente el contenido de la expresión artística y cultural en la Plaza de Toros de Bogotá”, consideró el alto tribunal en su fallo.
La ponencia del magistrado González fue clara en señalar que el legislador ya ha fijado las normas sobre los espectáculos taurinos en el país. Citó, por ejemplo, que a través del Reglamento Nacional Taurino, este tipo de eventos es un modo de “expresión artística del ser humano” y que “la Plaza de Toros de Santamaría ha sido legalmente destinada como escenario de espectáculos taurinos en Bogotá”.
Felipe Negret, tutelante en nombre de la Corporación Taurina de Bogotá, le pidió al alcalde Gustavo Petro –que ha dicho en diferentes escenarios que prefiere dejar la Alcaldía antes que abrir la plaza de toros– “someterse a la justicia”. Expresó su preocupación porque, en las últimas semanas, la Alcaldía ha anunciado obras que terminarían aplazando las corridas de toros. Se refiere al hecho de que el Distrito anunció que la Santamaría necesita obras de reforzamiento por un supuesto estado de vulnerabilidad, además a un proyecto de acuerdo que le quita al IDRD “la función de dar espectáculos taurinos”.
En la hora del éxito, pues el fallo de la Corte Constitucional no hace sino dar la razón a la Corporación Taurina en sus argumentos contra la ilegalidad cometida por Petro, Felipe Negret no fue egoísta, sino generoso y declaró: ‘No es un triunfo de una empresa, ni de un torero. Es un triunfo de la justicia, un triunfo de la libertad’.
Comunicado de la Corte Constitucional
https://www.mundotoro.com/auxiliar/documentos/sentencia-corte-constituciona-colombia-3-9-14.pdf