Por John Zamora (Director de Revista Zetta).- No es que me hayan convencido los resultados de la encuesta publicada anoche por CM&, pero sus cifras solo comprueban algo que vengo sosteniendo: que hay dos franjas en materia de candidaturas a la Alcaldía… los de arriba (William García y Yolanda Wong) y los demás.
En efecto, se confirma el liderazgo amplio y sostenido de WGT y el esfuerzo de YW por crecer, y lejos de ellos, los demás, divididos en dos lotes: uno pequeño encabezado por el voto en blanco, Sergio Londoño, Fernando Araújo y un tercero variable… y el mayoritario en número pero ultra-minoritario en aceptación.
Al comenzar este mes, y con el resultado de la encuesta anterior de similar tendencia, dijimos que los demás tenían que “pellizcarse” y no lo hicieron.
A dos meses de la cita electoral, WGT tiene un favoritismo que cabalga sobre una combinación de aceptación popular y respaldo político, en un espectro similar al de YW. Es decir, ambos son de la clase política y ambos buscan la simpatía popular, siendo que a William le ha funcionado mejor la estrategia que a Yolanda.
El riesgo para García Tirado es creerse alcalde antes de tiempo, error sobre el que bastante advertencia tiene; y el reto para Yolanda es apurar el paso.
Los demás tienen perspectivas distintas. El voto en blanco va flotando como una opción, pero es amorfa. En el caso de Londoño y Araújo, no les queda otra que ser audaces, imaginativos y, de pronto, atizar un discurso que configure una polarización, algo que en estrategia política funciona (lo hemos padecido a nivel nacional): dividir entre buenos y malos… si los malos son William y Yolanda… pero, pero, pero… el tiempo apremia.
Esta encuesta cada vez viene con un tercer candidato variable, que surge de la nada, y luego desaparece y vuelve a la nada… así que es una variable nada confiable, voluble y caprichosa. Puede que refleje a ese “mamador de gallo” que hay en nosotros, y se busque ponerle picante a la contienda ˝poniéndole pereque» al encuestador.
Los del sótano están en lo mismo: con un ego tan grande que no se explican por qué el mundo entero se pierde algo tan bueno, con incapacidad absoluta para despertar algo más que morbo por saber en qué lugar del canal del Dique aparecerán. Lo peor es que ya es muy tarde para la unión, a la que le han mamado gallo todo el año, y si se unen de nada servirá porque es como sumar gotas sobre la palma de la mano.
Así las cosas, si Londoño o Araújo no levantan cabeza, todo quedará en un duelo William-Yolanda, con ventaja para el hombre del agua gratis, Cartagena sin peajes y universidad pública…