Crónica política de John Zamora (Director Revista Zetta 20 años).- La distancia que separa la administración del alcalde William Dau con el Concejo de Cartagena creció en proporciones abisales y el debate a la asesora Lidy Ramírez dejó mas que claro que no habrá tregua.
El examen a la conducta de la funcionaria -quien funge como agente Anticorrupción- arrojó inconsistencias en sus condiciones para desempeñarse como Asesora, por lo que el Concejo le pidió al alcalde desvincularla. Debe tener una experiencia profesional mínima de cuatro años, y su grado como sicóloga data del 2018. La directora de Talento Humano de la Alcaldía dijo que cuando llegó al cargo, ya la señora Ramírez estaba nombrada.
El debate estuvo envuelto en una atmósfera tormentosa, donde las barras fueron ocupadas por seguidores de Dau. Uno de ellos grito para ser escuchado, y el Concejo le complació. Dijo que las OPS son corrupción porque deben darle porcentaje del honorario a un concejal, y se declaró militante del movimiento Salvemos a Cartagena que sigue las orientaciones del alcalde Dau. Tras su intervención, fue aplastantemente refutado por el concejal Carlos Barrios, y quedó clara su falta de preparación pues al ser preguntado por su nivel, admitió que apenas es bachiller, pese a su aspecto treintañero.
El debate se registró un par de días después que el alcalde sacudiera su Instagram con un furibundo ataque al Concejo donde les dijo que “se hacen los pendejos” y atribuyó el cúmulo de debates a su negativa a darles OPS.
Como si no faltara sal a la herida, al final de la tarde se conocieron dos publicaciones de Fernán Eugenio Fortich, esposo de la asesora anticorrupción Ramírez, y quien también resultó salpicado en el debate por denuncias de corrupción en su contra. El señor Fortich escribió: “Señores concejales toda accion tiene su reaccion, como la.pelea es conmigo, acepto el reto vamos a darnos” (sic). Y agregó: “No le tengo miedo a las ratas de alcantarilla”.
Además de las candentes barras, Ramírez estuvo acompañada de la Primera Dama, Cynthia Amador; la asesora Paola Pianeta, y la directora de Talento Humano. Con una sutil sonrisa, respondió el cuestionario y trató de aplicar un somnífero al leer la larga bitácora de funciones, pero despertó a todos con un video donde quiso justificar las palabras que motivaron su intervención.
En efecto, este debate se originó por un video grabado en El Líbano, donde Ramírez dijo que lo público es de todos y que en Cartagena se lo habían robado mafias políticas. Al justificarse ante el Concejo, proyectó otro video con resumen de titulares de noticias sobre corrupción en Cartagena, hasta que en una de las viñetas apareció un titular alusivo a una investigación contra el concejal Óscar Marín, quien le contestó enérgicamente exigiendo respeto. “Usted no es juez ni fiscal ni procuradora”, sentenció.
La situación se tornó mucho más tensa cuando el concejal Barrios le “cantó la tabla” al alcalde Dau y dijo “es tan fácil criticar, pero tan difícil conocer la ciudad”.
Barrios preguntó “¿De quién vamos a salvar a Cartagena” y le dijo a Ramírez lo que se viene escuchando en corrillos –según afirmó-: Que tiene intereses en el proceso de escogencia de alcaldes locales; qe su esposo tiene intereses en la ESE del Río de la Magdalena; que tiene injerencia en el Dadis y en la ESE Cartagena de Indias.
Barrios dijo que hay usurpación de funciones cuando un funcionario actúa si estar facultado, y es el caso de quienes ejecutaron acciones sin tener la vinculación con el Distrito, como el caso de la señora Amador. Enumeró varios lunares cometidos por la administración, caso de alimentación para cárcel de mujeres o Distriseguridad y salvavidas; lentitud que puso en riesgo recursos para vivienda de 1.827 familias; retraso en PAE, aseo y vigilancia, y pidió que el acta de este debate sea remitido a los organismos de control.
“Es la estrategia de la difamación, y felicito al alcalde porque le salió perfecta”, puntualizó.
El concejal citante, Fernando Niño Mendoza, puso de relieve que tres de los actuales miembros de gabinete fueron candidatos al Concejo por la misma lista: David Múnera, Lidy Ramírez y Kairen Gutiérrez.
Terminó su intervención con dos trinos del rector de Uniantes y exministro de Salud, Alejandro Gaviria:
La lucha oportunista contra la corrupción, que denuncia selectivamente, distorsiona la realidad, difunde verdades a medias y encubre un interés electorero, es tan perjudicial como la misma corrupción. En últimas, termina por aumentar la corrupción.
Lo bueno de la teoría de «todo es corrupción» es que nos exime de la necesidad de pensar, de entender los problemas del Estado, la construcción institucional y la acción colectiva. Todo se reduce a un juicio moral definitivo, absolutista y en últimas falso.