Por Ana María Cuesta (Especial para Revista Zetta).- Horas después del episodio protagonizado por el alcalde de Cartagena y 15 concejales que para él carecen de honorabilidad porque le persiguen, la prensa nacional requería que el mandatario le pusiera nombre a quienes están detrás de la corrupción que pretende combatir.
En varias entrevistas mencionó, temeroso a posteriores denuncias, a Juan José García, Alfonso Hilsaca, William Montes, Javier Cáceres Leal y Vicente Blel, como los gamonales que respaldan a los concejales. Como los que mueven los hilos del poder.
Sus acusaciones contra un Concejo ‘malandrín’ han logrado un inédito apoyo popular. Pero es necesario que el alcalde Dau le imprima seriedad a sus denuncias y le cuente a la ciudad qué delitos han cometido y con qué fundamentos los acusa de haber permitido el robo de la plata de colegios y hospitales que hoy podrían servir al manejo de la pandemia. ¿Sabe si se quedaron con coimas del préstamo multimillonario al exalcalde Dionisio Vélez? Debería decirlo.
Pero también es necesario que los cartageneros que aplauden cada acusación del alcalde le pongan sensatez al asunto para evitar una Alcaldía de buenas intenciones pero populista, llena de irrespeto y de procesos por injuria y calumnia.
Cartageneros, les propongo un ejercicio. Sigamos la lógica acusatoria del alcalde para ver dónde nos lleva. Tomemos de ejemplo la indignación contra el Concejo que le aprobó a Dionisio Vélez 250 mil millones de pesos y que luego se hizo el de la vista gorda.
Si te preocupa tanto este tema, seguro miras hacia Turbaco, a la Gobernación. Seguro te agobia que 122 mil cartageneros eligieran como gobernador a una persona que permaneció una década en el Concejo ‘malandrín’ que aprobó el crédito que tanto cuestiona el alcalde. Seguro cuestionas que haya recibido votos de su padre. Seguro no votaste por él.
¿Pero ven que sus cacerolas no han sonado hacia ese lado pese a que la acusación del alcalde también le salpica en este ejemplo? Indignación selectiva.
Mi invitación no es a repudiar por repudiar o a denunciar sin fundamento. Los invito a que nos pongamos serios a la hora de hacer el control social que necesita esta ciudad con el mayor de los respetos.Tenemos la oportunidad histórica de consolidar un movimiento anticorrupción desde las bases que propicie que no nos roben más y nos tomen por tontos. Comenzó con el liderazgo del alcalde pero hay que apoyarlo para trabajar con seriedad estos asuntos.
Quisiera creer que Cartagena ha despertado con un movimiento anticorrupción que mire hacia todos los vértices y huecos.