Si antes de la emergencia por coronavirus a Transcaribe no le alcanzaban los $100 pesos de incremento en la tarifa, la situación financiera ahora es más complicada pues la movilización de pasajeros cayó dramáticamente, pasando de unos 140 mil diarios a solo 3.500 desde que inició la cuarentena.
Humberto Ripoll, gerente de la empresa, indicó que ahora solo se utilizan entre 50 a 70 vehículos para cubrir las rutas, y antes de la emergencia se empleaban 333 unidades.
Ese bajón en la movilización de pasajeros tiene un impacto en las arcas de Transcaribe, lo que prende las alarmas para encontrar los recursos que permitan mantener al flote el servicio.
Para Ripoll hay un instrumento a la vista proporcionado por el gobierno nacional en el decreto 575, que les permite a los alcaldes acudir a empréstitos directos sin necesidad de pedir autorización de los concejos, con un respaldo del 90% de la Nación.
“Con esta norma, un alcalde puede acudir a Findeter y obtener los recursos de crédito”, indicó el funcionario, quien anotó que esta es una de las alternativas, e insinúo que el alcalde de Cartagena, William Dau, bien podría considerar este mecanismo.
Ripoll dijo que el gobierno nacional también autorizó el uso de algunos fondos reservados para estudios y temas afines, que se están tramitando ante MinTransporte.
El gerente de Transcaribe dijo que antes de que se presentara la emergencia, la entidad le venía solicitando al gobierno distrital ponerse al día con los recursos ordenados en el Plan de Desarrollo vigente, que ascendían a $63 mil millones, de los cuales $20 mil millones correspondían a chatarrización.
Explicó que los recursos se requieren para lo básico: nómina, combustible y mantenimiento.
La situación actual también ha traído grandes desafíos a los operadores de Transcaribe, especialmente en el frente laboral. Trascendió que un operador logró un acuerdo con la mayoría de sus conductores para reducir salarios. Una de las consideraciones es que con la baja en los servicios, buena parte de ellos pasarán la mayor parte del tiempo en casa, y solo se les llamará a trabajar pocas horas al mes.