Por muchos años, William Dau Chamat fue un silencioso accionista minoritario de Aguas de Cartagena. La notoriedad vino en noviembre pasado cuando se desató una polémica por su nueva condición de alcalde electo, y se conoció que poseía tal condición. Aunque ello no representaba ningún obstáculo jurídico, Dau optó por donarlas a una entidad sin ánimo de lucro.
En su condición de accionista percibió dividendos y nada dijo cuando la administración de Dionisio Vélez prorrogó la vinculación contractual entre el Distrito y la empresa de servicios públicos domiciliarios. Aunque faltaban siete años para su expiración, sorpresiva y anticipadamente se registró la prórroga, lo que levantó gran polvareda: Terminaba en 2021 y ahora va hasta 2034.
Al tiempo que por todos esos años estuvo como accionista de Acuacar, Dau también desarrolló su labor como veedor de otras entidades en Cartagena y Bolívar.
Dau ya no es accionista pero sí Presidente de la Junta Directiva de Aguas de Cartagena, en cu condición de alcalde distrital, y lo que no le inquietó de aquella época, ahora lo pide como mandatario: una auditoría forense al contrato.
El propósito es detectar si hubo alguna “malandrinada”, por lo que será contratada una firma especializada
Según un comunicado preparado por la Alcaldía de Cartagena, el alcalde dijo que “no me cabe en la cabeza para qué se pudo haber realizado esa prórroga siete años antes de que se venciera el actual contrato, por eso solicité esta auditoría forense. Si sale bien se deja así, pero si se detectan irregularidades, entonces se realiza auditoría forense a todas las actuaciones desde el momento de la constitución de Aguas de Cartagena”.
La solicitud fue hecha este martes en reunión de la Asamblea General realizada en el Hotel Holliday Inn. La empresa que realizaría esta auditoría será escogida por la Junta Directiva de la entidad.
“El Alcalde dejó claro que la empresa presta un servicio eficiente y ha dado una buena cobertura en acueducto y alcantarillado a los cartageneros, pero que las condiciones y relaciones del contrato entre el Distrito de Cartagena y Aguas de Barcelona, el socio extranjero, al parecer, no han sido favorables para la ciudad y que está dispuesto a tomar las acciones que favorezcan los intereses de la ciudad”, dice el comunicado oficial.
La misma fuente dijo que en la Asamblea se dejó establecido que en lo concerniente a la repartición de las utilidades del año 2019, superiores a $23 mil millones, el Distrito puede esperar un máximo de 3 meses para que dichos recursos lleguen a las arcas del Distrito, y no «cuando las condiciones lo permitan» como fue sugerido en dicha Asamblea, dado que estos recursos ya han sido incorporados al presupuesto y serán ejecutados por la Secretaría de Infraestructura en distintas obras que requiere la ciudad.