Con enorme motivación la comunidad del Laguito hizo una colecta, compró combustible para la maquinaria que facilitó un vecino, y cuando estaban trabajando para oxigenar el cuerpo de agua, llegó la autoridad, les pidió permisos e impidió que continuaran.
Esto expresaron en sus redes sociales los líderes de este movimiento cívico:
Hoy la sociedad civil, cansada de más de 20 años de que las instituciones públicas no hagan nada por El Laguito, decidió tomar pico y pala y darse a la tarea de abrir, así sea momentáneamente, un hilo de vida para este cuerpo de agua; un vecino de buen corazón prestó una «pajarita» para ayudar a los vecinos a lograr el propósito; los vecinos donaron para el combustible y el transporte, ya que por acá solo aparecen las autoridades a tomarse fotos, y a decir «debemos estudiar el problema»; parece increíble más de 20 años y solo cuando la ciudadanía se harta de la desidia pública y logra con las uñas mitigar el problema, aparecen enseguida las autoridades a pedir permisos y documentos: vergüenza debería darles, su inoperancia llevó al deterioro ambiental de esta zona, pero es más importante un papel que tratar de salvarlo. DOBLE MORAL