Test solo para concejales de Cartagena – Opinión de John Zamora

Por John Zamora (Director de Revista Zetta 20 años).- Supongamos que una “ía” como la Fiscalía o la Procuraduría quiere despejar de tajo toda inquietud sobre la conducta de los 15 concejales que intervinieron en la escandalosa elección de Héctor Conseugra como contralor de Cartagena, el pasado 14 de julio, de los cuales ocho conformaron la mayoría que inclinó la balanza (cuatro son de las bancadas que apoyan al alcalde William Dau) (alcalde que, a su vez, había nombrado en febrero al susodicho como asesor control interno en Edurbe).

Supongamos que para resolver el acertijo, deciden hacerles un test -sin contratar a universidad alguna- con una sola pregunta:

Respecto de la condición de empleado de Edurbe de Héctor Consuegra, a quien el 14 de julio eligieron contralor y aún no han posesionado:

a.- Sabía

b.- Medio sabía

c.- No sabía

Si la respuesta es a.- el concejal está frito; si la respuesta es b.- el concejal está medio frito; si la respuesta es c.- el concejal está a salvo.

Todos los intervininientes, tanto los afines a Dau como los no afectos, coinciden en una expresión que hay que creer: “Nos asaltaron en nuestra buena fe”.

De ser así, la respuesta debe ser c.-

Pero una cosa son las declaraciones y golpes de pecho, y otra puede ser la que muestren los documentos.

El 14 de julio, tras la elección de Consuegra, la algarabía en las huestes “dauístas+aliados” era notoria. Incluso pedían que le dieran posesión inmediata al elegido (ahí está el video).

El festejo se justificaba pues los cuatro de la coalición gobiernista, que son primerizos, habían obtenido una rotunda victoria política, sumando aliados que les dieron la mayoría sobre los del otro bando, donde estaban los veteranos. Además, le enviaban un mensaje al jefe de obediencia absoluta, pues el voto fue por quien el alcalde no vetó: ni el actual contralor encargado, ni la otra ternada.

La alegría duró menos de 20 minutos, tiempo para que los WhatsApp se inundaran con el decreto de nombramiento de Consuegra Salinas en Edurbe. Ninguno de los fallidos celebrantes puso en tela de juicio ese documento. De inmediato todos le dieron crédito y se incubó de inmediato la teoría del asalto a la buena fe.

Cartas van, certificados vienen, conceptos jurídicos surgen, fallos de otras regiones salen, peticiones radican, investigaciones solicitan, en fin, todo un maremagnun acorde con el tamaño del escándalo.

Casi dos semanas depués se conoce una carta radicada el 21 de febrero donde el gerente de Edurbe responde un oficio del Concejo e informa quiénes son empleados de libre nombramiento y remoción y quiénes OPS, y aclara que no tiene personas ni en carrera administrativa ni en provisionalidad. Allí figuraba el nombre de Héctor Consuegra. Ingresó el 17-02-2020 en el cargo asesor control interno 105/13.

Este documento es clave porque puede despejar la incógnita sin necesidad de test: ¿Sabían, medio sabían o no sabían?

Sospechen de todo aquel que requiera más de 10 segundos para dar la respuesta y acuda a un video de 10 minutos en redes sociales para despotricar de los medios de comunicación, acusarlos de emitir “fake news” y participar en un complot de desprestigio. Quienes votaron por Consuegra fueron ocho y con eso, solo con eso, ellos armaron el escándalo. A contestarle a las “ías”, a defenderse, y no a atacar a los mensajeros. Lo demás es cobardía.