Por: Miguel Raad Hernández -Noviembre 20 de 2014-
Nos preocupa la suerte del Proceso de Paz en la Habana. Como sucede con la inmensa mayoría de los colombianos, queremos que se termine el llamado “conflicto interno armado” y en Colombia nos demos una oportunidad de avanzar hacia nuevos estadios de vida civilizada, donde se respeten todos nuestros derechos y podamos construir una Nación armónica, progresista y convivente. Donde las diferencias se resuelvan por el diálogo, la concertación o por la recta, proba y cumplida administración de Justicia. Donde remplacemos la sub-cultura de la violencia por una consciente cultura de paz.
Sabemos que esa vida ideal requiere de ingentes esfuerzos y muchos cambios en los paradigmas por los que venimos rigiéndonos. Pero ya que nuevamente nos atrevimos a iniciar un “Proceso de Paz” con los alzados en armas, quisiéramos que este nuevo intento, el que más ha avanzado en sus propósitos hasta ahora, llegue a concretarse y no aborte nuevamente. Por ello hoy queremos referirnos a la repentina y sorpresiva crisis en que se encuentra por culpa de que las FARC han secuestrado a un General de la República y a otros militares. La verdad se informa también de otros 59 secuestros de civiles mientras al mismo tiempo conversan de paz. El secuestro es un delito abominable y no es validada por el Derecho Internacional Humanitario como un arma ni una estrategia de guerra. Por ello, debe proscribirse de inmediato y las FARC deben liberar a todos los secuestrados que tengan en su poder.
Hoy amanecemos con el anuncio de los países garantes del proceso, Noruega y Cuba, según el cual pareciera que las FARC han accedido a liberar secuestrados prontamente. No se han dado fechas ni se ha especificado si a todos. Esperamos que lo ratifiquen y lo cumplan beneficiando a todos los secuestrados que tienen en su poder. Ese sería un verdadero gesto de paz que debe ir acompañado del compromiso de no secuestrar un colombiano más.-
La opinión pública tiene una gran importancia en este proceso de de la Habana. Los colombianos debemos hacerle saber a las FARC que estamos cansados de su guerra y de todas las guerras. Que no permitiremos más tropelías y abusos contra ciudadanos inermes en nombre de ninguna causa. Que deseamos vivamente vivir en una Nación cuyo FOCUS sea el Progreso en Paz y con justicia social. Colombia tiene las condiciones, capacidades y competencias de su pueblo para ser un mejor país, desarrollado, incluyente, productivo, con empleo, vivienda, salud y educación garantizada para todos sus nacionales. Eso no se logra con la guerra, que solo genera destrucción, odio y muerte.
La Paz es el presupuesto necesario para comenzar el círculo virtuoso de la vida, la armoniosa convivencia, el trabajo que genera riqueza y equidad social. Si se supera la crisis, es el momento para fortalecer y ajustar el proceso de la Habana, de modo que cerremos pronto el ciclo de diálogos y pasemos a los acuerdos y decisiones. Las FARC necesitan convencer a los colombianos de su vocación y determinación para la paz.
POSTDATA: Al terminar este artículo las FARC confirma públicamente que han autorizado la liberación del General secuestrado. No han aclarado la suerte de los demás secuestrados.