Luego de las tormentas mediáticas de los últimos días, el Alcalde de Cartagena, Dionisio Vélez Trujillo, le concedió una entrevista a John Zamora, director de la Revista Zetta, para hablar de un aspecto de fondo en su Administración: las finanzas y las obras.
El alcalde Vélez Trujillo explicó el esquema del presupuesto distrital y la necesidad de acudir a un crédito para emprender las obras que, en su criterio, son inaplazables. También defendió el mecanismo de las “vigencias futuras” como un instrumento para la ejecución de las obras, y explicó que no se trata de gastarse la plata del futuro en el presente.
Finalmente dijo que su compromiso es el de apuntarle a la ejecución de la totalidad de las obras contratadas, y para ello el sistemático esfuerzo en vigilancia y seguimiento.
Alcalde: ¿cómo es el presupuesto que usted maneja para la ciudad y cuál es la justificación de habernos endeudado en $250 mil millones?
El presupuesto de Cartagena es de 1 billón 250 mil millones de pesos. ¿Para qué el alcalde va a hacer un empréstito por $250 mil millones más? Examinemos el presupuesto, que se compone de recursos propios del Distrito y recursos que nos gira la nación.
Para la salud hay $450 mil millones, que son intocables, que son para el servicio de salud, pero no para construir o dotar hospitales, ni comprar ambulancias, sino para soportar el subsidio y los diferentes programas de salud.
Para educación hay casi $470 mil millones, también exclusivamente para pagarle a los maestros, alimentación de estudiantes, servicios públicos y la gratuidad, pero no para reparaciones locativas, ni para computadores ni para nada distinto a lo que está destinado.
Ahí llevamos $920 mil millones y no hemos pintado ni un colegio ni hemos dotado ningún hospital.
Luego están los costos fijos de la administración que son los gastos de funcionamiento, cercanos a los $250 mil millones: nómina, servicios públicos, vigilancia, arrendamiento, papelería, mantenimiento y una serie de cosas para funcionar.
Lo que quedan son unos $150 mil millones para inversión, pesos más, pesos menos.
Entonces: ¿en qué invertimos esa plata?
Tenemos que ir a cada área de la Administración. Entonces la Secretaría del Interior necesita para las víctimas, acciones comunales, bomberos, salvavidas… Te vas para Educación y necesitas computadores… en Salud se requiere ambulancias, uniformes, programas preventivos… en infraestructura teníamos $3.000 para vías… y así en cada una de las dependencias.
Una ciudad con tantas necesidades y un presupuesto de esta estructura, decidí que la única manera de invertir en Cartagena era acudiendo a un empréstito.
Se solicitaron $250 mil millones, divididos en $80 mil millones para infraestructura de vías, $70 mil millones en infraestructura de educación para 56 colegios, y $100 mil millones para más de 40 centros de salud, algunos nuevos.
En cuanto a infraestructura, el Distrito tiene innumerables acciones populares, además situaciones complejas en los barrios; hace 11 años no se invierte en la malla vial porque todos los recursos de la sobretasa de gasolina han ido pignorados a Transcaribe; y la inversión que vamos a hacer es para todos los barrios, y todas las intervenciones suman 72 kilómetros, lo que nunca se había hecho en Cartagena, y es que tenemos que pensar en grande. Es un proyecto ambicioso y eso también se refleja en salud y educación.
Tenemos 106 colegios, y escogimos los 56 que más urgían atención, que tenían más de 10 años que no se les invertía nada. ¿A qué le estamos apostando? La educación es mi prioridad y queremos que los niños encuentren un colegio agradable, donde quiera estar, donde haya ambiente para estudiar, y no uno donde se resista a ir y prefiera el ocio o el involucrarse en pandillas.
Tenemos una inversión de $8 mil millones para el bilingüismo, con tres colegios bilingües y 10 colegios con inglés intensivos. Los alcaldes que vienen tendrán que ir creando nuevos colegios bilingües, y esa es una alternativa para una ciudad turística.
En salud la situación era lamentable en la zona insular, los corregimientos y los barrios de Cartagena, y eso es indigno.
El alcalde lo que hizo fue tomar un dinero especial para unos temas que necesita la ciudad y de no haber sido así, nunca íbamos a tener la posibilidad de hacerlo. Tengamos en cuenta que estamos estudiando un presupuesto para el 2015 que repetirá el mismo esquema ya explicado, entonces ¿a qué hora hacemos las grandes inversiones por la ciudad?
En Cartagena sufrimos de obras mal hechas, inconclusas. ¿qué garantiza que estas obras no sean así?
Lo primero es que se contratan unas interventorías, que deben cuidar todo el proceso. Lo segundo, he constituido un comité de obras neto que se reúne todos los lunes para hacerle seguimiento a todas. Pero además, he tomado los miércoles, jueves y sábado para hacerle visita y seguimiento a cada obra, pendiente de los tiempos de entrega, de la calidad del trabajo.
No cree que le falta pueblo a este comité…
Es un comité técnico de obras, pero en cada visita se dialoga con las comunidades y cada obra tiene un comité de veeduría comunitario, y son los vecinos los que están más pendientes.
¿Cuál es la necesidad de vigencias futuras?
Mucha gente cree que vigencia futura es gastarse la plata del futuro en el presente, y eso es falso. Por ejemplo, sobre los $250 mil millones se deben pedir vigencias futuras porque as obras no se van a terminar en el periodo en el que ha sido incorporado el recurso al presupuesto.
Esto quiere decir que el Concejo me aprobó esos recursos en el 2014, yo los incorporo al presupuesto en el 2014, pero si no pido vigencias futuras, todas esas obras deberían terminar el 31 de diciembre de 2014, y eso es absurdo. Entonces las vigencias futuras son para emplear esos dineros en el 2014 y en el 2015.
Entonces no se trata de pedir más plata sino instrumentos para invertirla…
Es un instrumento para yo poder ejecutar la plata de aquí al 31 de diciembre del 2015 y por eso debo acudir al concejo para solicitar esa autorización.
Eso en cuanto las vigencias futuras para crédito, pero hay otras vigencias futuras llamadas “funcionales” que si son para gastar plata del próximo año, como los contratos de vigilancia: no puedo empezar el 1 de enero sin vigilantes, y me toca hacer el proceso desde ahora en el 2014 pero con dinero del presupuesto del 2015, y así sucede con el aseo o con el suministro de combustible. Son gastos funcionales para que la administración no se paralice.
¿El 31 de diciembre de 2015, cuando usted se despida de la Alcaldía, en qué porcentaje estará ejecutado todo este paquete de obras?
Yo le voy a apuntar a todo, al 100%, estoy apuntándole a terminar todo y por eso el comité de obras y el seguimiento permanente para que los resultados se den, que no se había hecho antes.