Según la OMS, en los últimos años el 71% de las muertes a nivel mundial han sido causadas por las Enfermedades No Transmisibles, muchas de ellas causadas por malos hábitos alimenticios.
Enfermedades como la obesidad aumenta los costos de atención de salud en 36% y los de medicación en 77%, frente a los de una persona de peso normal.
Bogotá, 20 de mayo de 2021.- La Comisión Séptima del Senado aprobó este jueves en tercer debate el proyecto de ley que promueve los entornos alimentarios saludables mediante el acceso a una información clara, veraz, oportuna, visible y suficiente, sobre los componentes de los productos comestibles y las bebidas que se ofrecen en el país, especialmente para los niños, niñas y adolescentes.
La iniciativa, con coordinación ponente de la senadora Nadia Blel, no sólo busca la implementación de un etiquetado frontal de advertencia que dé a conocer de manera simple a los consumidores el contenido nutricional real de los productos comestibles o bebidas ultra procesadas. Además, quiere aportar a la construcción de medidas eficientes que prevengan en la población colombiana Enfermedades No Transmisibles (ENT) como obesidad, hipertensión, diabetes entre otras, las cuales se relacionan principalmente con los malos hábitos alimenticios.
“En este contexto de la pandemia es más importante que nunca tener un entorno de cuidado que promueva prácticas de alimentación saludable, especialmente en nuestros niños. Una mala alimentación presenta no solo graves consecuencias para la salud sino también para la economía y la sociedad en general”, indicó la senadora Nadia Blel
Y es que según la última Encuesta de Situación Nutricional (ENSIN), Colombia enfrenta desde el año 2000 un incremento constante y significativo en las tasas de sobrepeso y obesidad, que equivale a más de un punto porcentual por año.
Este escenario, sumado a la crisis producto de pandemia, ha agravado la situación en el último año debido no solo a las dificultades para el acceso a alimentos de calidad sino además por el preocupante cambio en los hábitos de vida de los colombianos, quienes han pasado de consumir alimentos naturales y caseros a productos procesados y ultra-procesados y disminuido la práctica de actividad física producto del trabajo y estudio en casa.
El proyecto de ley espera cursar su último debate antes del 20 de junio en la plenaria del Senado