Cartagena de Indias, 15 de octubre de 2022.- Es bastante extraño que en un país tan serio, estricto y cuadriculado en la educación de sus hijos, encontrar una cartagenera que rompa ese paradigma y sea una sensación para sus alumnos. Como profesora se convierte en una alumna más, y hace tan bien su trabajo que los colegios se la disputan para ficharla y contar con sus servicios.
Ella es Verushka Bonilla, más cartagenera que la India Catalina, orgullosamente de estratos humildes pero jugando ahora en las grandes ligas de la educación, el semillero y las divisiones inferiores en esta poderosa nación.
En un país donde los exámenes llegan a los colegios en los camiones de valores y ni los profesores saben cuáles serán las preguntas, Verushka cree firmemente que arrancarle sonrisas a los niños y algunas veces enseñarles a bailar champeta los va a preparar mejor para dar el paso a lo que será enfrentarse al sistema educativo chino, el más exigente del mundo.
Si, la educación es algo que se toma muy serio allá, por eso los colegios chinos siempre están en el top 10 de las pruebas Pisa.
Un talento nativo de Cartagena de Indias
Su infancia y juventud la vivió en el barrio El Socorro de Cartagena, junto a su madre Mireya Martínez y tres hermanos mayores; un día una vecina se dio cuenta que la niña cantaba bien y allí comenzó a dar sus primeros pasos. Cuando no había cumplido los 13 años comenzó a actuar con la orquesta “De Oro”, del gran maestro cartagenero Gregorio Quintero, y así siguieron Perfume Caribe, con el sello Fuentes de Medellín, donde realizó presentaciones en el show de Jorge Barón y alcanzaron a grabar dos producciones de CD; luego siguieron Arena Caliente y presentaciones con Hansel y Raúl en los carnavales de Barranquilla así como compartir tarima por muchos años con los grandes de Colombia como Joe arroyo, Diomedes Díaz, Iván Villazón, Niche y Guayacán orquesta entre otros.
Recuerda con nostalgia Verushka de su época de esplendor musical cuando aún no había cumplido los 17 años y a su casa llamaron con pocos meses de diferencia el representante de Wilfrido Vargas para mostrar el interés de llevarla a hacer parte de la agrupación de las Chicas del Can, y de Fernando Jaramillo, director de la orquesta Tupamaros de Bogotá, de gran renombre internacional.
A ambas propuestas su progenitora dijo que no por el entendible temor de una madre a dejar que su hija salga de casa al mundo del espectáculo y de la farándula donde no todos los casos pueden tener un final feliz.
Luego de terminar su bachillerato, Verushka se inclinó por estudiar educación especial gracias a su amor por los niños, vocación que por los intrincados designios del destino terminó ejerciendo en China, y es que cuando los astros se unen todo conspira para que las cosas sucedan. Luego de terminar su carrera en Cartagena y de estar ejerciendo y trabajando con niños especiales y adultos mayores en la ciudad, además de estar cantando con diferentes orquestas, recibió la invitación del maestro Álvaro Cárdenas, quien se encontraba trabajando en Shanghái con un proyecto de Jazz, para que formara parte de su grupo musical. Verushka esta vez no se lo pensó dos veces y viajó a China a perseguir sueños y nuevos retos que la llevaron a otros países como Singapur, Malasia e India para luego volver a China y combinar su pasión por la música y su amor por la educación de los niños, que la tiene rompiendo paradigmas en la educación temprana en este país.
Su llegada a la escuela cada mañana, en la ciudad de Xiamen, es una sensación, pues cientos de infantes la esperan al grito de “Veru, Veru, Veru”, le hacen ronda, la quieren tocar y abrazar, algo de admirar en una sociedad donde los besos y los abrazos son muestras de afecto bastante exóticas. Los chinos quieren, aman y respetan a sus hijos a su manera, según su código cultural. No obstante, Verushka ha despertado en sus alumnos ese desparpajo caribeño que nos caracteriza y los niños lo llevan a su casa para así ir esparciéndolo entre sus familias.
Y no es un asunto menor. Estás semillas de nuestra cultura cartagenera que la “teacher Veru” siembra en el día a día, son un extenso campo que ella ha venido arando y abonando durante más de 15 años, sin prisa pero sin pausa.
Terapias del legendario médico Patch Adams
En los años 70, el doctor Patch Adams cuestionó el sistema y métodos para tratar enfermedades, lo que puso a los médicos del mundo a preguntarse si realmente el tema de las curaciones a pacientes tenía que enfocarse solo en la prescripción de medicinas; el doctor Adams no lo pensaba así, sostenía que la cura a las diferentes enfermedades pasaba por seis elementos fundamentales: feliz, divertida, amorosa, cooperativa, creativa y considerada, con la risa y la felicidad como pilares de este tratamiento.
Y así lo ha entendido la teacher Veru en el tema de la educación en ese país donde estudiar esté entendido como un acto de sacrificio y sufrimiento. Su lectura personal es que con risas y diversión es posible aprender, y con mejores resultados porque se cuenta con la atención innegable de un estudiante ávido, como todo niño, de diversión y entretenimiento.
Y así como Patch Adams soñó con curar enfermos desde la diversión, el amor y la sonrisa, así mismo Verushka todos los días convierte en realidad su sueño de enseñar con amor, abrazos, risas y mucha diversión. Las altas calificaciones de sus alumnos demuestran año tras año que su método funciona.