Por Álvaro Royo Bárcenas (Especial para Revisa Zetta).- (Xiamen – China).- 7 de mayo de 2023.- Vivir ajeno a los procesos políticos, a los procesos políticos nuestros quiero decir, es la constante, pero si queremos mejorar nuestra ciudad casi que debería ser obligatorio participar, si en democracia quieres vivir. Opinamos y nos damos la pelea por procesos políticos ajenos, discusiones eternas que si Trump es mejor que Biden por ejemplo, pero en nuestras vainas políticas somos apáticos, demasiado, porcentajes menores del electorado siempre deciden por la mayoría, por eso a nuestros eternos políticos siempre se la ponen fácil, los apáticos, quiero decir.
En la República Popular China si quieres ser político tienes que decidirlo desde temprana edad, casi que de adolescente, allí inicia la preparación y seguimiento de ese individuo que entrara a formar parte de lo que es el partido único de gobierno, que aunque siempre da la sensación de ser un partido monolítico y pétreo no es así, es dinámico, tienen elecciones internas de cuadros directivos, hay corrientes políticas dentro de el mismo que se identifican las unas con las otras, forman grupos que tratan de sacar adelante esas ideas pero a pesar de sus pujas y conflictos internos para definir matices de políticas públicas, siempre saben y tienen claro que hay que avanzar, que hay unos puntos innegociables y ya preestablecidos que marcan un norte del cual es prohibido salirse.
Para explicarme un poco mejor, todos sabemos que la movilidad es determinante en el desarrollo de las regiones y países, entonces todos están de acuerdo que se deben implementar sistemas de transporte moderno y eficiente para que este punto se cumpla. Miraba entonces la publicidad de la senadora Nadia Blel hace un par de días, donde hablaba de varios proyectos para el Caribe incluidos en el plan de desarrollo a nivel nacional, y ve uno el video de un tren de principios del siglo XX, vetusto, lento y contaminante, ¿plan de desarrollo o plan de atraso garantizado?
Le enviaba yo a mis contactos los comentarios sobre el tren y me decían, “Bueno Alvarito, peor es na” Así estamos y así nos va, que hagan algo pero que hagan, esa, diría yo, es la fase terminal de esa enfermedad que se llama conformismo y desmotivación, combinadas producen una sensación que no deja que te levantes por las mañanas de tu cama, estás solo a la espera del juicio final, y entre más pronto llegue este mejor para todos.
¿Elecciones? Naahhhhh, yo no voto, yo no participo en política, eres tan mediocre que hasta eso dejas que otros decidan por ti, las entidades públicas, son eso, entidades públicas, quiere decir que nos pertenecen y debemos apropiarnos de ellas para que se les de buen uso, pero parece que ya se perdió todo, si es que alguna vez hubo, lo que podía hacernos así sea ir a votar cada 4 años, que esto al final es un acto que no te va a quitar un par de horas.
Mirémoslo así, 8.766 horas tiene un año, esto multiplicado por 4 nos da 35.064 horas, más de 35 mil horas en 4 años, ¿y tú no puedes sacar 2 horas en esos mismos 4 años para ir a votar?
Si te pesa hacer eso, te debe estar pesando la existencia misma.
Decía que en China para ser político y luego dirigente debes iniciar con una preparación desde temprana edad, no es posible que lo decidas en edades avanzadas, así es como funciona acá, podemos estar de acuerdo o no, pero de eso no se trata lo que estamos exponiendo aquí, pero a donde voy es que el resto de la población, esa que no decidió entrar a ser parte del sistema político, debe dejar que los que se prepararon para eso decidan por ellos, ¿por qué? Pues porque así está diseñado el sistema y esos que se prepararon tienen unas directrices y unos objetivos establecidos por el partido y por el establecimiento de cuáles son las mejores decisiones para las regiones, ciudades y en general para el país, porque la grandeza de un país se decide en las regiones.
Nuestro sistema en cambio nos da la posibilidad de entrar en política a edad adulta, a decidir quién nos dirige y quien no desde los 18 años, pero resulta que el sistema no está funcionando de manera eficiente ya que el universo de votantes que decide es menor, y gran parte de este electorado esta direccionado por los dirigentes, que cuentan en que muchos sigan sin votar, sin participar, porque de otra forma todo el sistema político seria otra historia. Se habla de empoderar al elector etcétera pero como son los mismos políticos y dirigentes los que diseñan estas estrategias, estos se aseguran que esas campañas sean lo más lánguida posible, que no lleguen que no convenzan.
Con tu voto, con tu opinión, vota por el que te guste, o por el que no, convierte tu voto en tu grito personal, por lo que no estás de acuerdo y en lo que sí, pero al final sal y vota, son solo un par de horitas cada 4 años, tampoco es mucho ¿no?
Como siempre allí está mi email al pie de página para los que quieran escribirme sus opiniones acerca del tema y con mucho gusto les responderé
¡Un abrazo!
Álvaro Royo Bárcenas
Xiamen-China
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