Cannes, Francia, 19 de mayo de 2023.- Harrison Ford se despidió este jueves con lágrimas en los ojos del personaje de Indiana Jones cuando el Festival de Cannes le otorgó por sorpresa una Palma de Oro honorífica en el estreno de la quinta película de la serie.
«Harrison, tenemos una sorpresa para ti», declaró el delegado general del Festival, Thierry Frémaux, tras llamar al actor de 80 años a escena, antes del pase especial de ‘Indiana Jones y el llamado del destino’.
Fue uno de los momentos estelares del 76º Festival de Cannes, que ya concedió una Palma honorífica al también actor estadounidense Michael Douglas al inicio del certamen.
Ford, de 80 años, pareció abrumado, tras presenciar un montaje de algunas de sus mejores escenas. «Me siento muy conmovido. Dicen que cuando vas a morir ves pasar tu vida en flashes ante tus ojos, y eso acabo de ver. Una gran parte de mi vida, pero no toda mi vida», declaró el actor. «Cannes, yo también les quiero», musitó.
La saga Indiana Jones arrancó en 1981 con ‘Indiana Jones y los cazadores del arca perdida’, llevando al actor a labrar una carrera cinematográfica legendaria, de éxito inmediato y mundial.
El cuarto episodio fue presentado en 2008 en Cannes, y la estrella de Hollywood volvió quince años después a la Croisette, esta vez bajo la dirección de James Mangold.
A su paso por la alfombra roja, el actor, acompañado por su esposa, Calista Flockhart, causó furor entre el público, sobre todo cuando sonó la famosa música de la saga, compuesta por John Williams. También estuvieron en el estreno otros miembros del elenco, como Phoebe Waller-Bridge, de la serie ‘Fleabag’, o Mads Mikkelsen.
La acción de este nuevo capítulo transcurre a finales de los años 1960, pero los guionistas han incluido un ‘flashback’ que ha requerido rejuvenecer mediante inteligencia artificial el rostro de Ford durante varios minutos, una muestra más de los cambios que se avecinan en el campo audiovisual.
Indiana Jones debe volver a enfundar el sombrero y el látigo para enfrentarse a viejos enemigos nazis, obsesionados con un dial fabricado nada menos que por el sabio griego Arquímedes.