La carabela es ñata

Por César Pión González. (Especial para Revista Zetta).- Cómo podemos los políticos en ejercicio motivar al 52 % de la población que se abstiene de votar cuando las decisiones de nuestras colectividades se acompañan de inmenso interés que nos retrae a la monarquía aplicado para la entrega de avales, esta guerra se acompaña de intereses para que algunos congresistas tengan tranquilidad de volverse elegir con alta influencia en la administración pública.

Los que militamos en la U (unidad) hoy no hemos tenido una información escrita formal de las decisiones de avales para alcaldes y gobernadores, razón por la cual solicité en días anteriores a la Dirección del Partido por correo certificado la decisión tomada en materia de Gobernación para Bolívar y Alcaldía del Distrito.

Los comentarios de prensa y de pasillos comentan sobre la fractura de sus congresistas sin que a los diputados, concejales y ediles se les haya convocado para escuchar sus conceptos y pareceres de los procesos electorales. Otros influyentes de otros partidos esperan las encuestas o los ofrecimientos económicos para escoger al sumiso, al ignorante, al extravagante aperándolo con las mejores riendas para exhibirlas en la pasarela equina dando la apariencia de ser un buen ejemplar.

La encuesta reemplazó las banderas de lucha que nos dejaron Gaitán, Galán, Álvaro Gómez, y Pizarro entre otros. Hoy el pueblo confunde la popularidad con capacidad y las firmas conducen a una estrategia disimulada de hacer publicidad porque detrás de esa cortina muchos han solicitado avales, pero los decisores esperan las encuestas o arreglos para firmar los compromisos legitimándolos con la frase “es un pacto programático”.

Pregunto: ¿Si decides aspirar con firmas, por alergia a los partidos, qué presentación tiene que busques a los mismos para pactar alianzas? ¿Quién nos puede garantizar transparencia? Valoro a quienes como Quinto y Gina se inscribieron por sus partidos frenteando sus pasados, sus lagunas, sus compañías, sus debilidades y sus fortalezas.

Una ciudad con POT desactualizado, sin plan sectorial de turismo, sin reglamentación de playas, sin PEM, sin un plan de movilidad y desactualizada en su estructura administrativa, necesita un alcalde con experiencia en administración publica, sin intermediación que limita, retrasa y despotencializa los impactos de la política publica pues queda demostrado que los alcaldes son reyezuelos y lo que diga un Concejo, que no le pueda someter, poco o nada le importa si maneja la influencia en algunos controles.

Posdata: como los inversionistas hoy son políticos en ejercicio de otros departamentos, hoy no hay bulla, hoy admiramos al Atlántico y al departamento del Cesar, de todos modos la carabela es ñata.