Por Miguel Raad Hernández (Julio 23 de 2015) (Especial para Revista Zetta).- El japonés JITSUHIRO YAMADA es el nuevo Presidente Mundial de la Asociación Internacional de Clubes de Leones, la entidad de servicio más grande del mundo, presente en 206 países y con más de un millón quinientos mil afiliados. Al escoger el lema con el cual quiere identificar su período, JITSUHIRO dijo sencillamente: «APORTEMOS DIGNIDAD Y ARMONÍA A LA HUMANIDAD». ¡Cuánta profundidad y trascendencia en tres palabras y qué gran reto para todos los Leones del mundo!!
Pues bien, he citado los propósitos de JITSUHIRO y del Leonismo internacional para inspirar las reflexiones que deberíamos tener frente al debate electoral que iniciamos en Colombia este 26 de Julio, cuando todos los candidatos inscritos pueden hacer publicidad a sus intenciones y propósitos. A cada aspirante debiéramos preguntarle cómo querría que lo distinguiéramos durante su período, de resultar electo. La coyuntura es especialmente compleja por los dramáticos cambios en la economía mundial, que afectarán especialmente a Colombia y Latinoamérica golpeando sus indicadores de crecimiento y las políticas sociales.
El reto para los próximos Alcaldes, Gobernadores, Concejales y Diputados, pasa por entender lo que sucede para aplicar las políticas correctas que moderen la caída de la economía en las entidades territoriales. Hoy ya es claro que el desarrollo de las regiones no depende exclusivamente de las políticas macroeconómicas de los Gobiernos Nacionales, sino que los bloques regionales pueden aprovechar sus ventajas comparativas y competitivas para diferenciarse positivamente.
En el último informe del DANE sobre los resultados de la Gran Encuesta Integral de los Hogares Colombianos, correspondiente al trimestre móvil Marzo – Mayo 2015, aparecen datos sensibles que son indicativos de lo que estamos diciendo: Las tres ciudades con menor desempleo fueron Montería con 7.7%, Cartagena con 8.5% y Bucaramanga AM con 8.6%. Por qué se concentra la mejoría en la ocupación en estas tres ciudades?. La respuesta puede estar en otros datos que aparecen en el mismo informe, donde se lee que los sectores de mayor participación en la ocupación fueron: 1) Comercio, restaurantes y hoteles con 27%; 2) Servicios comunales, sociales y personales con 20.2%; y 3) Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca con 15.1%. Es decir, sectores que distinguen la economía de estos municipios y que no se ven afectados inicialmente por la coyuntura internacional de la caída de los precios del petróleo, la contracción de la inversión extranjera y la disminución del gasto interno. Por el contrario, la actual coyuntura de una fuerte devaluación del peso frente al dólar los va a seguir beneficiando.
En términos más sencillos, los sectores del comercio, turismo, servicios y agropecuario, son los que deben estimularse con políticas locales y regionales como medida urgente para contrarrestar el desempleo sobreviniente en los otros sectores como el petrolero, portuario y el manufacturero, directamente golpeados por la coyuntura internacional. En la Costa Caribe Colombiana los cuatro sectores favorecidos forman parte de nuestra tradición económica productiva. Lo que requerimos es la voluntad política para fijarnos metas ambiciosas en cada uno de ellos y no acomodarnos a la mera inercia, porque entonces de nuevo las oportunidades nos pasarán por encima. Orientar la inversión, los estímulos tributarios, la educación y la administración hacia dichos sectores, con estrategias y planes claramente definidos, será lo que haga la diferencia.
Ahí está el reto para los aspirantes a gobernar nuestras ciudades y departamentos. Ahí está la oportunidad para aportar «DIGNIDAD Y ARMONÍA» a nuestras comunidades, como bien lo pide JITSUHIRO YAMADA a todos los leones del mundo.