Por Luis Adolfo Payares.- (Especial para Revista Zetta).- Durante estos últimos meses hemos estado dando la batalla, por decirlo de algún manera, para que la Federación de Softball de Colombia, presidida por el Dr. Argemiro Bermúdez Villadiego, dicte las normas adecuadas para evitar que NO se sigan presentando casos como los acontecidos hace varios años en Santa Marta,donde el señor Ariel Piña denunció la llegada de varios peloteros, presuntamente Colombo venezolanos al softball nacional.
Es tanta la proliferación de estos peloteros que novenas de todo el país ya se ufanan de tener en su roster varios “venecos” nacionalizados, que son verdaderos “caballos” jugando softball bola rápida sobre todo en el “pitcheo” donde este deporte es un gran diferenciador al momento de competir. Para nadie es un secreto que los venezolanos son fuertes en este deporte, su Federación al mando de Jesus Suniaga, desde el año 1987 encumbró de manera rauda el softball de este país poniéndolo en la cúspide del ámbito mundial. Su último logro fue medalla de plata en los recientes juegos panamericanos donde venció a verdaderas potencias de este deporte.
Jesús Suniaga fue un hombre apasionado por el softball ,aunque nació en el estado Monagas, vivió gran parte de su vida en Valencia, fue empleado público en la alcaldía y desde allí empezó el interés por el deporte,tuvo la visión desde el año 1982 de llevar a las niñas practicantes de softbal a conseguir becas en los Estados Unidos y de esta manera ir repotenciando el softball local, cuestión que apenas se empezó hacer en Colombia con las niñas de la selección juvenil que estuvo en el campeonato mundial de Oklahoma, donde no se ganó ningún partido, pero se ganó experiencia y dos de las integrantes del seleccionado colombiano, estarían próximamente en Universidades de Estados unidos o Puerto Rico, según lo manifestó Edwin Diaz en el programa Visión del Deporte.
En charlas informales con mi amigo Edwin Díaz, secretario de la Federación de Softball de Colombia, siempre pongo de ejemplo el fútbol venezolano, donde hace más de 20 años los venezolanos se llevaban muchos futbolistas colombianos para nacionalizarlos y posteriormente ingresaran a las selecciones nacionales de ese país. Este proceso se acabó cuando se decidió crear una verdadera cantera de futbolistas criollos con técnicos colombianos y argentinos, donde al día de hoy Venezuela se da el lujo de jugar de tú a tú con selecciones fuertes, incluso ganándole a Colombia. En nuestro país parece que existe una puerta giratoria donde cada día llegan más presuntos “colombovenezolanos” que refuerzan el pitcheo de muchas selecciones regionales,como el caso de La Guajira que en el último campeonato nacional o Juegos del Caribe, llevó más de 11 peloteros todos nacidos en Uribia, cuando en los corrillos, se habla presuntamente, que son venezolanos nacionalizados, pero llama la atención que su cédula colombiana dice nacidos en Uribia. (ver cédulas aquí).
Según lo que podemos percibir todo parece indicar que Uribía es una cantera de grandes peloteros dedicados al softball, donde si no estoy mal, no hay estadio para la práctica del mismo o quizás hay uno portátil que quitan y ponen como circo de pueblo. La verdad estamos asombrados por la cantidad de peloteros de apellidos como Chirinos, Amaya, Blanco etc, que todos sabemos sonde ascendencia venezolana, tengan como su terruño este pueblo del norte de la guajira donde su población de 116.674, según censo del año 2005, nos da una proporción impresionante de la práctica de este deporte. Si hacemos una simple regla de tres teniendo en cuenta una la proyección aritmética, podemos decirque en Uribía por cada 10 habitantes 1 practica softball de alto nivel, por tal motivo todos estos muchachos ingresaron a la selección de la guajira que ganó los recientes juegos del caribe. Lo que me llama la atención es que ninguno fue llamado a la selección Colombia que jugó el sudamericano que se jugó en días pasados en la ciudad de Bogotá.
Hago un llamado a la Federación de Softball de Colombia para que de una vez por todas haga los esfuerzos pertinentes con el gobierno local o nacional para que Uribía tenga su estadio de softball.
Lo que podemos decir sin temor a equivocarnos es que algo está pasando en Uribia porque hay mucho softbolista de alto nivel, mi pregunta es: ¿Dónde estarán practicando?