Perseverance, el vehículo que recorrerá Marte y enviará sonidos del espacio

El próximo 17 de julio de 2020, a las 9:15 AM (hora del Este) se lanzará la nueva misión de la NASA a Marte, Mars Perseverance, diseñada para comprender mejor la geología del planeta rojo y busca signos de vida en la antigüedad.

La misión utilizará un rover, que es del tamaño de un automóvil pequeño, para recolectar y almacenar un conjunto de muestras de roca y suelo que podrían ser devueltas a la Tierra en futuras misiones.

También probará nuevas tecnologías para beneficiar la futura exploración robótica y humana de Marte.

La atmósfera de Marte esta compuesta sobre todo de dióxido de carbono. Pero muchos seres vivos (incluyendo humanos) necesitan oxígeno para respirar. Si un ser humano fuera a Marte, tendría que llevar mucho oxígeno. Sin embargo, no hay mucho espacio en la nave espacial para llevar oxígeno líquido.

Mars Perseverance probará un método para obtener oxígeno del aire en la atmósfera marciana. Esto ayudará a la NASA a planear los mejores diseños para enviar astronautas humanos a explorar Marte en el futuro cercano.

El nuevo vehículo explorador de la NASA Mars Rover Perseverance, que viajará a Marte el próximo 20 de julio en busca de restos biológicos, cuenta con un micrófono incorporado con el que se podrán escuchar los sonidos de otro mundo.

Además, será la primera vez en la que se recogerán muestras de la superficie de Marte para que sean analizadas en la Tierra.

Esta misión es una de las dos que había que realizar en julio pese a la pandemia del coronavirus, ya que de no hacerlo se perdería la oportunidad para que la Tierra y Marte estuvieran alineadas de forma que el viaje espacial “fuera lo menos costoso posible”.

La alineación adecuada solo ocurre cada 26 meses por lo que se tendría que esperar hasta septiembre de 2022 para volver a lanzar al Perseverance al espacio.

Ello habría retrasado “irremediablemente” el programa de exploración espacial de la NASA que tiene como objetivo llevar al ser humano a Marte en un futuro no muy lejano.

El nuevo vehículo espacial se enviará al espacio acoplado a la punta del cohete Atlas V desde la plataforma de lanzamiento 41 del Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral (Florida) en poco más de un mes, tras lo cual recorrerá más de 500 millones de kilómetros hasta aterrizar en Marte el próximo 18 de febrero.

De no poder realizar el lanzamiento en la fecha programada por culpa de las cambiantes condiciones climáticas de Florida, la NASA tendrá hasta el 11 de agosto como ventana para hacerlo.

En busca de preciadas muestras

De forma cuadrangular, con 3 metros (10 pies) de largo y 2,7 metros (9 pies) de ancho, el vehículo explorador alcanzará suelo marciano en febrero de 2021, en concreto en el cráter Jezero, donde empezará a recolectar minerales y muestras de suelo que ofrezcan respuesta sobre las condiciones del planeta hace millones de años.

Se estima que pasará hasta 687 días explorando la superficie del Planeta Rojo.

Las muestras serán enviadas a la Tierra en el año 2026 gracias a una colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA).

A diferencia de lo que ocurrió en el lanzamiento Demo-2 que envió a dos astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional nueve años después de que cancelara su programa de transbordadores espaciales, Bridenstine no está recomendando a la población que no viaje para ver el despegue debido al COVID-19.

Sin embargo, el Centro Espacial Kennedy se mantendrá cerrado para el lanzamiento como precaución para “proteger a la fuerza espacial estadounidense”.

Perseverance aterrizará en el cráter Jezero, un cráter de 28 millas de ancho (45 kilómetros de ancho) que los científicos creen que alguna vez estuvo lleno de agua. Los datos de los orbitadores del Planeta Rojo sugieren que el agua una vez fluyó hacia el cráter, transportando minerales arcillosos desde el área circundante, depositándolos en el cráter y formando un delta. Encontramos condiciones similares en la Tierra, donde la combinación correcta de agua y minerales puede soportar la vida. Al compararlos con las condiciones que encontramos en Marte, podemos comprender mejor la capacidad del Planeta Rojo para mantener la vida. El rover Perseverance está especialmente diseñado para estudiar la habitabilidad del cráter Jezero de Marte utilizando un conjunto de instrumentos o herramientas científicas que pueden evaluar el entorno y los procesos que influyen en él.

Buscando signos de vida antigua

El segundo objetivo científico del rover está estrechamente relacionado con el primero: la perseverancia buscará evidencia de que la vida microbiana alguna vez existió en Marte en el pasado. Al hacerlo, la misión podría avanzar en la comprensión del origen, la evolución y la distribución de la vida en el universo, el campo científico conocido como astrobiología.