Por Luis Adolfo Payares Altamiranda.- (Especial para Revista Zetta).- “Nuestro béisbol tiene que hacer mucho para participar en lides como la Serie del Caribe. Tenemos buenos peloteros, pero debemos ver más esta pelota, a lanzadores con una carta de pitcheo que contiene lanzamientos y maneras de conducirse en el montículo, que no vemos en las temporadas en Cuba”. Esto lo manifestó Roger Machado, uno de los directivos del equipo cubano Tigres de Ciego de Avila, novena que estuvo participando por la mayor de las Antillas en la máxima cita del béisbol del Caribe.
Para los que hemos seguido muy de cerca el béisbol cubano desde hace varios años, con aquellos grandes estandartes como Kindelam, Mesa, Capiró y muchos otros que lograron llegar a la ciudad de Cartagena en las épocas de AIBA y de los llamados campeonatos mundiales de pelota caliente, nos cuesta creer que el béisbol cubano atraviese uno de sus peores momentos. No son solo las deserciones que se dan a cada rato, por ese ánimo de salir de la pobreza económica en que muchos de sus peloteros viven, también la misma evolución de la pelota cubana en su misma práctica y esencia Caribe, y como dicen algunos, antes los cubanos se enfrentaban a amateres, ahora se enfrentan a grandes ligas.
Actualmente el béisbol ha evolucionado de manera diferente, antes eran solo los batazos y los jonrones que definían un partido, ahora es un conjunto de variables que, acompañadas de estrategia y buena lectura del juego, las que determinan la pelota del siglo XXI.
El equipo cubano en cinco partidos tuvo un bateo colectivo de 203, cuando su promedio colectivo estaba en 263 en competencias internacionales, siendo el equipo que menos produjo ofensivamente en esta serie. Y lo que más les duele a los cubanos ser en estos momentos el equipo que más se ponchó con un total de 36.
También tenemos que hablar del pitcheo cubano que en esta serie tuvo una efectividad de 6.40, demasiado alta para un equipo de elite, donde los antillanos siempre han estado a la vanguardia en la “lomita de los sustos”.
¿La actitud o la aptitud?
Los cubanos tienen una capacidad natural para jugar béisbol, donde se forma al atleta, de manera homogénea para que cumpla su rol, dentro de cualquier deporte. Aquella máxima del deporte cubano que dice: “Formamos primero atletas y después peloteros”, se cumple desde que la isla entró en la era del comunismo. Los psicólogos y estudiosos del comportamiento humano, señalan que la actitud y la aptitud deben ir de la mano para cumplir los objetivos trazados en la vida o en cualquier propósito colectivo o individual, mucho mas en el deporte, donde la competitividad señala el derrotero para poder ganar, donde el factor diferencial puede ser más que todo la actitud.
Será que los peloteros cubanos perdieron actitud..? Pedro Rodríguez, sociólogo y estudioso delo deporte cubano, exiliado en los Estados Unidos, manifiesta que “El pelotero cubano en estos momentos cuando enfrenta a jugadores de Grandes ligas, que son en su mayoría los que fueron a la serie del caribe, se siente menos, pero es normal ya que ellos saben que pueden conseguir lo que sus oponentes han logrado, con solo irse de cuba, y es eso lo que los atormenta más que todo, es una delirium que ellos tienen de ser como ellos, y que sucumben porque no lo pueden logra, fíjate que los hermanos Gurriel, acaban de desertar de la delegación, y es que es normal, ellos quieren ganar dinero para darle mucho a sus familias a sus hijos…Además ver que pueden tener lo que ellos quieran, es algo que mella en su propia autoestima, diciendo para si: Si ellos lo lograron yo también puedo…
El debate continúa, la sugerencia que les mando a los amigos cubanos es que tienen que abrirse más al mundo, hacer una pelota más abierta donde lleguen peloteros venezolanos, mexicanos, puertorriqueños, dominicanos y también norteamericanos para que puedan tener ese rose y aprender a jugar más béisbol, con nuevas herramientas apoyadas en tecnología y m otras formas de ver y practicar el béisbol.