El que tenga miedo, ¡que se compre un perro!

Por Juan Camilo Romero (Especial para Revista Zetta).- Cartagena en estas dos últimas semanas ha sido protagonista de hechos de trascendencia nacional, la muerte de uniformados a manos de miembros de las mal llamadas Bacrim que no son más que reductos de paramilitares no desmovilizados y que han trasladado la violencia del sector rural al urbano, convirtiendo en el otrora remanso de paz que era nuestra ciudad en un una urbe donde la inseguridad es el sentimiento que más experimentan sus habitantes muy por encima de la tolerancia y el amor al prójimo.

En virtud de esos hechos y otros más ocurridos en el territorio nacional, el movimiento que lidera un presidente convocó a una gran movilización nacional para rechazar entre otras cosas la corrupción, las falencias del sistema de salud, el proceso de paz llevado con las FARC y el ELN y lo que ellos llaman el desgobierno del Presidente Santos que según sus mentes es un infiltrado del comunismo internacional que pretende entregarle a Colombia a la trinca castrochavista. Vale la pena resaltar que por lo que ellos supuestamente protestan, en los dos gobiernos del Presidente Uribe se presentaron cosas peores y lo que hoy día sufre Colombia se gestaron en sus dos administraciones, quiso pasar a la historia como el Presidente que a punta de bala y muerte iba a someter a los bandidos, no pudo hacerlo y tras bambalinas negociaba y ofrecía cosas que en este gobierno no ha hecho.

Como era de esperarse en nuestra ciudad se llevó a cabo la marcha para expresar el inconformismo contra el gobierno y apoyar los postulados del Centro Democrático, pero vaya sorpresa que quien lideró la movilización fue un reconocido pastor cristiano, comandante en jefe de una gran congregación que recientemente estuvo activo en las pasadas elecciones locales. Sorprende la manera en que el tipo pasa del púlpito a las tarimas quien junto a su esposa se dirigieron al público invocando la presencia del espíritu santo y reclamando que la paz viene del cielo y no de un acuerdo en cuba, que eso sería como recibir una bendición del maligno. Entre otras cosas el discurso del pastor, claramente de tendencia a la ultraderecha se basó en el odio, en el conservadurismo que muchos ciudadanos sienten en su corazón y no se atreven a expresar.

Las redes sociales enseguida se activaron manifestándose en contra del hecho de mezclar religión y política, toda vez que los anales de la historia nos muestran claramente lo explosivo y nefasto que puede resultar, una sociedad que quiere salir adelante no puede ser gobernada bajo principios religiosos sino bajo marcadas convicciones ideológicas sea cual fuere, al igual que la gasolina y el licor no se mezclan, la religión y la política tampoco. Jesucristo bien lo dijo “A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar” esto no quiere decir que los Cristianos no deben meterse en asuntos públicos, esto quiere decir que la separación es clara, que una cosa es la fe y otra cosa es la ideología.

Por todo esto las ovejas del Pastor han salido a decir que tenemos miedo que haga política y que además no tenemos miedo a que lo hagan quienes han desangrado a Colombia por más de cincuenta años.

Como Liberal Socialdemocrata me permito responderle a ese rebaño en los siguientes términos: No tenemos miedo alguno a ver a todos los actores haciendo política en nuestra sociedad, se reprocha el hecho de aprovechar la fe para sacar réditos políticos, queremos ver a todos los partidos políticos fortalecidos en las ideas y que sea el pueblo ejerciendo su poder en las urnas elija lo que crean es mejor para nuestra sociedad.

El que tenga miedo, ¡que se compre un perro! Nosotros los Liberales tenemos las ideas y las antorchas vivas contra los embates de la oscuridad, es por eso que invitamos a dar el debate desde lo político, desde las ideas y no entrando en confrontaciones personales.

Estamos convencidos que Cartagena y Colombia deben vivir en PAZ, sabemos que para llegar a ese estadio debemos compartir nuestro territorio con personas que merecen nuestro respeto y que no están obligadas a pensar como pensamos, la democracia brinda espacios donde podemos competir sanamente y que gane el mejor. Le repito a las ovejitas del rebaño conducidas por el reconocido Pastor, no le tenemos miedo, por el contrario lo queremos ver en los barrios presentando las soluciones que él cree deben tener los problemas que aquejan al corralito de piedra.