Alcalde: ¿Qué pasa con Santa Rita?

Por Danilo Contreras (Especial para Revista Zetta).- El mercado Santa Rita no es una obra cualquiera por varias razones: i. el monto de la inversión cercana a $12.500 millones, ii. Es el piloto de la fórmula de descentralización de que trata el artículo 17 del P.O.T. aún vigente que señala: “Sistema de Mercados. Con el fin de descentralizar la actividad de abastecimiento de alimentos de la población urbana, se definirán mercados para cada una de las 4 zonas, complementadas con mercados móviles…”, iii. La obra implica revitalización de las acciones de renovación proyectadas para el sector, que fueron abandonadas desde la construcción de la alcaldía local y espacios públicos aledaños, y iv. La comunidad de comerciantes y vecinos ha estado comprometida con su ejecución como escenario que permitirá la generación de oportunidades económicas y mejoramiento de su calidad de vida.

Pero la polémica no ha estado ausente en el adelantamiento del proyecto. Los opositores, gratuitos e interesados, afirman que los mercados tradicionales son anacronismos que nada tienen que hacer frente a las grandes superficies y los súper abastos que pululan sin orden en la geografía local; mientras que sus defensores sostenemos que el mercado de Santa Rita, conforme a los estudios de factibilidad elaborados por la Universidad de Cartagena en 2010, se constituye en un espacio propicio para fortalecer a los comerciantes populares que lo ocuparon por décadas, así como a los que lo ocuparan, procedentes de Bazurto, para dar cumplimiento parcial al traslado de dicho centro de acopio. Olvidan los adversarios del nuevo mercado Santa Rita que las grandes ciudades del mundo cuentan con mercados tradicionales que son epicentro de cultura autóctona, desarrollo económico y conservan espacio especial sin perjuicio de tiendas, súper abastos y grandes superficies.

El mercado, cuya construcción inicio en enero de 2015, luego de la demolición del vetusto edificio donde funcionaba, es finalmente una virtual realidad que representa evidente transformación del paisaje urbano de un sector deprimido de la ciudad. Apelo al término virtual puesto que Santa Rita fue inaugurado en diciembre anterior sin que se hubiese culminado. En efecto, en nota de El Universal publicada el 14 de enero de los corrientes, se lee que la obra fue suspendida el 17 de diciembre de 2015, muy a pesar de lo cual la pomposa inauguración tuvo lugar el 31 de diciembre del año anterior. El nuevo secretario de Infraestructura sostuvo en la referida nota: “solo respondo por el trabajo de mi Administración…No se debe entregar una obra que está suspendida”.

Sea lo que fuere, se impone la puesta en funcionamiento del Mercado pues sabemos que los comerciantes que lo ocuparon padecen grave situación económica sin que el Distrito los hubiese acompañado adecuadamente durante el tiempo de construcción y no es aceptable que esta obra se convierta en un nuevo elefante blanco.