El Gobernador de Bolívar, Juan Carlos Gossaín, arreció sus críticas contra los constructores del hotel Bastión, señalando a su cabeza visible como “hampón”, por haber causado daños estructurales en la sede de la Secretaría de Educación e iglesia de Santo Domingo.
Su secretaria jurídica, Yolanda Vega, puso de presente el letargo en que se han sumido las denuncias, tanto penales como administrativas y disciplinarias, por los daños ocasionados por dicha construcción, localizada en la calle del Sargento Mayor.
Como si fuera poco, para acrecentar el malestar del mandatario seccional, decidieron llamar al restaurante de dicho hotel como “El Gobernador”.
En declaraciones a la prensa, Gossaín dijo lo siguiente:
“Lo dije desde hace un año y medio atrás, que lo que iba a hacer era justamente lo que han hecho: dilatar y dilatar, comprar funcionarios judiciales, terminar la obra. Como son un cuerpo consorciado, ellos van a terminar y, como decimos aquí coloquialmente, van a dejar las plumas, para que la administración departamental inicie un proceso largo en el cual ellos van a desaparecer, un proceso que ya hemos iniciado.
Estos bandidos, bandidos, afectaron a la Secretaría de Educación y a la iglesia de Santo Toribio, porque ellos están en la mitad entre las dos obras.
Solamente ustedes los medios de comunicación y nosotros en la administración departamental, somos los únicos dolientes, al resto de la ciudad le ha importado cinco. Aquí no ha habido autoridad para poner esto en cintura. Y son tan bandidos, y son tan atrevidos, que ¿adivinen cuál fue el nombre que le pusieron al restaurante del hotel?: “El Gobernador”.
A mi también me da risa, pero es una forma vulgar de burlarse de lo que hemos venido haciendo. Así de delincuentes son. Ojalá y ustedes que son parte del gremio de la construcción, los identifiquen, especialmente al delincuente mayor, un señor que se llama Aarón Cohén. Para que lo tengan clarifico y lo conozcan. De este salón lo boté, lo boté. Le dije: usted es un vulgar delincuente de cuello blanco.
No me da pena decirlo. Me dijo que me iba a denunciar por injuria y calumnia, y hoy tengo la forma de probar que lo que decía en ese entonces es cierto: es un vulgar delincuente, es un hampón con título de constructor”.