Gracias a un convenio entre el gobierno de Primero La Gente y la Armada Nacional, cinco jóvenes en riesgo de los barrios Olaya Herrera y Henequén iniciaron su vida militar y en pasados días juraron bandera como Infantes de Marina. La ceremonia se realizó en la base de entrenamiento militar en Coveñas, Sucre, hasta donde llegaron funcionarios del programa Primero Los Jóvenes, adscrito la Secretaría del Interior y Convivencia Ciudadana para acompañarlos en este importante momento.
“Antes de llegar acá estaba sin hacer nada en mi casa. Se me dio la oportunidad de venir, puse todo mi empeño y durante estos tres meses he aprendido mucho a valorar las pocas cosas que uno tiene y a saber en qué invertir el tiempo”, afirmó Oswaldo Contreras, joven del barrio Henequén y quien luego de tres meses ve cambios positivos en su vida y espera seguir en el Ejército y estudiar soldadura naval.
“Jamás pensé en prestar el servicio militar y acá estoy. Sueño con seguir adelante y ayudar a mi familia. Mi mensaje para los jóvenes que quizá están en los pasos que yo andaba es que estudien”, añadió. Así como Oswaldo, a finales de septiembre cerca de 50 muchachos de diferentes barrios de la ciudad también prestarán el servicio militar gracias a la alianza y confianza que la Armada Nacional le ha dado al proyecto de resocialización de pandillas del Distrito de Cartagena.
“Estamos trabajando articuladamente con diferentes entidades y ver a estos muchachos rehaciendo su vida es una importante noticia para nosotros como Administración porque estamos convencidos de su actitud de cambio y de que lo que necesitan son oportunidades. Son ejemplo y pasaron de ser jóvenes que se encontraban en una situación de vulnerabilidad y riesgo a ser autoridad”, indicó Fernando Niño Mendoza, secretario del Interior y Convivencia Ciudadana.
Actualmente el Distrito trabaja en la intervención de 60 pandillas de las 90 censadas en Cartagena. Muchachos de los barrios San Francisco, La María, El Pozón, Olaya Herrera, entre otras comunidades, integran procesos de paz y reconciliación con quienes llevan años de disputa gracias a las llamadas líneas imaginarias.