Enrique “Quique” Lucca Caraballo, fundador y director de la orquesta salsera La Sonora Ponceña, falleció este domingo a los 103 años en el Hospital Damas de Ponce.
Las exequias del fundador de la orquesta serán en la funeraria Jackie Oliver en el pueblo de Ponce. El cuerpo del músico ya fue trasportado a la funeraria.
Los familiares de Lucca aún no han determinado por cuántos días será el velatorio, puesto que ponderan velar el cuerpo del músico en su casa y en la funeraria.
Lucca estaba internado en el hospital desde que el pasado lunes 19 de septiembre sufrió una caída que le provocó una fractura de cadera. El director musical fue operado de esta el día 22 y recibía terapias de rehabilitación.
Este no fue el único percance de salud que tuvo el músico. En el 1997 le dio su primer infarto. Luego tuvo otros tres infartos del corazón.
“Me puedo ir feliz. Yo he disfrutado la vida bien”, manifestó Quique Lucca en una entrevista con Primera Hora, en referencia al haber sobrepasado el siglo de vida.
Mientras, en una entrevista publicada en El Nuevo Día en el 2014 don Quique sostuvo que deseaba ser recordado “como una persona buena, malo no. Como una persona ejemplar, que la gente en vez de imitarme para lo malo me imiten en lo bueno que he hecho. Lo único que hecho es estar en la música, que es mi vida. Hasta que Dios disponga de mí”.
En su carrera artística don Quique se destacó por ser un director visionario. Le delegó a su hijo Paco Lucca la consolidación del estilo musical de la Sonora Ponceña hasta el presente. Juntos crearon la identidad de la agrupación que goza de admiración y respeto en Puerto Rico y en el exterior. Éxitos memorables como “Hachero pa’ un palo», “El pío, pío” y “Fuego en el 23” son imprescindibles en el repertorio salsero. Por la fila de la Sonora Ponceña han pasado más de un centenar de músicos. Esta orquesta se distingue por la combinación de jazz latino, guaracha y salsa.
Antes de ser director de la orquesta, don Quique fue taxista en Ponce. Transportaba pasajeros del área de la Playa de Ponce al casco urbano. Luego le dio vida a un cuarteto musical junto a su hermano Pellín. El cuarteto evolucionó y creó el Conjunto Nacional que dio paso a la formación de la Sonora Ponceña.
Don Quique dentro de sus limitaciones por la vejez se mantuvo activo en la música hasta sus últimos días.
Sonora Ponceña toca en medio de su dolor
En medio del desconsuelo por la muerte del fundador de la orquesta La Sonora Ponceña, Enrique “Quique” Lucca, los integrantes de la agrupación se presentaron la noche del domingo en Santa Isabel.
La orquesta arrancó a tocar a las 7:30 p.m. en las fiestas de la fundación del pueblo de Santa Isabel, mientras el cuerpo don Quique era recibido en la funeraria Jackie Oliver en Ponce.
El fundador de la orquesta falleció esa tarde a los 103 años a consecuencia de un paro respiratorio en el Hospital Damas en Ponce. Al momento de su muerte, su hija Zulma se encontraba con el líder de la agrupación que se fundó en el 1954.
Un compungido Papo Lucca, junto al resto de los miembros de la orquesta decidió no cancelar la presentación de esta noche en honor a su padre, dado que el veterano músico le enseñó que la responsabilidad y el deber son una prioridad.
“Estamos aquí como él hubiese querido. Sabemos que él está al lado de nosotros”, indicó un afectado Papo al dirigirse a los asistentes.
Tras esas palabras Papo se ubicó frente al banquillo del piano e hizo lo que sus virtuosas manos han hecho a través de más de cinco décadas: tocar salsa gorda. No obstante, el hijo del fenecido músico se mostró devastado por la muerte de su padre. Igual de tristes lucieron el resto de los integrantes de la orquesta. La agrupación tocó una selección de sus grandes éxitos.
Durante el espectáculo de esta noche La Sonora Ponceña alternó tarima con las orquestas de Puerto Rican Power y Willie Rosario.