El caos de Playa Blanca evidenció que por casi 40 años el servicio nacional de Parques Naturales no ha servido sino para tres cosas: nada, nada y nada.
En esos términos se expresó el concejal liberal David Dáger Lequerica al criticar ese ente nacional, que percibe sus mayores ingresos por el cobro del ingreso al parque natural de Corales de Islas del Rosario, pero que los redistribuye en otros parques del país.
En Playa Blanca hay 3.2 kilómetros de playas, algunos de ellos invadidos, con 62 hostales ilegales que tienen rústicas pozas sépticas, y un sistema de siete lagunas completamente contaminadas gracias a alud de turistas que dejan toneladas de basuras cada fin de semana.
Clara Diago, directora de Corplayas, dijo que es necesario controlar el ingreso de turistas, intervenir las lagunas para recuperarlas, y ejecutar un riguroso plan de aseo, pero descalificó la intención de Dáger Lequerica de cerrar por completo el acceso. “Muchas familias baruleras tienen su única fuente de ingresos en esta playa”, declaró.
El concejal Lequerica cuestionó duramente a Dimar, Capitanía de Puerto, Corporación de Turismo, Dadis, Datt, Policía, Armada Nacional y Parques Nacionales por permitir que reine el caos en Playa Blanca.
“Allá no hay autoridad, no hay ley, es un caos, a Ustedes se les salió de las manos”, dijo ante los representantes de Dimar, Capitanía, Corturismo y Parques, en una sesión del Concejo.
A su vez, el concejal del Polo Democrático, David Múnera, rechazó de plano el cobro anunciado para el ingreso, por considerarla una media excluyente y discriminatoria. Además, sería un cobro sin nada a cambio, pues el Estado no ofrece ningún servicio o infraestructura que justifique dicho cobro.
Ejemplo de la negligencia de Parques Naturales, el concejal Dáger aludió a una construcción de Jean Claude Bessudo, propietario de Aviatur, que ha construido una gran propiedad ante la vista gorda de sus funcionarios.
“Los recursos se van para el centralismo, y a Cartagena poco o nada se le retribuye”, puntualizó.