Por John Zamora (Director de Revista Zetta).- Por años me he cansado de pedirle a las autoridades, por una parte, y a los músicos, por otra, que no dejen pasar de nuevo el 22 de noviembre, día de Santa Cecilia, sin honrar el Día del Músico.
Nuestros músicos tienen talento innato y han construido buena parte del patrimonio musical colombiano.
Cartagena ha sido el puerto por donde entró la música africana; por donde llegaron instrumentos europeos, y donde confluyeron sonidos aborígenes.
Nuestra ciudad propició la madurez artística de Lucho Bermúdez, acogió el genio creativo de Adolfo Mejía, y es cuna de portentos como Joe Arroyo, Hugo Alandete, Pedro Laza, Rufo Garrido o Eliseo Herrera.
En Cartagena es epicentro de importantes movimientos musicales como el llamado “Sonido Cartagenero”, investigado con ardor por Boris García y con representantes tan insignes como Juan Carlos Coronel, Francisco Fortich, Víctor del Real, Los Inéditos, Poli Barragán, Alfonso Gómez y su Octava Potencia, Hijos del Sol, Armonía Caribe, Alejandro Páez, Juan Álvarez y Barbacoa, entre muchos otros.
Nuestras barriadas son cunas de un fenómeno exclusivamente cartagenero y que asombra al mundo: la Champeta.
Cartagena no puede seguir dándole la espalda a sus músicos, “bembeándolos”, sino valorarlos y dignificarlos.
Aquí vienen de otras partes a montarnos festivales de música europea, como el de la Fundación Salvi, y el músico cartagenero es ignorado. Aquí se organizan conciertos con artistas internacionales, y el músico cartagenero es tratado con desdén. Aquí el músico cartagenero trata de hacer aportes, pero no encuentra respaldo ni reconocimiento. Aquí hay que ser cachaco de cuna de oro para que la Cámara de Comercio de Cartagena apoye un proyecto en nuestra fantástica ciudad.
Por eso le propongo al gobernador Dumek Turbay y al alcalde Manolo Duque que así como se han unido por el deporte, por las Fiestas de Independencia, por la seguridad, o por proyectos nacionales, también se unan en esta fecha tan especial para los músicos.
A los profesionales de la música también les pido que hagan parte de la solución, rebasen el individualismo y aprendan a trabajar unidos. La desunión y el egoísmo atizan el “bembeo”.
A los medios de comunicación, especialmente las estaciones de radio, les pido privilegiar al músico local en esa fecha. No todo es “payola”.
El 22 de noviembre es el próximo martes, día de Santa Cecilia, patrona de los músicos.
Bien podría el gobernador dar instrucciones a Icultur y Bellas Artes, y el alcalde a IPCC, para que programen una actividad, pues siempre pasa inadvertida la fecha: un conversatorio; invitar a las emisoras de Bolívar y Cartagena a programar música nuestra; retretas en los municipios; condecorar a músicos destacados, en fin, determinar una actividad o varias actividades que visibilicen la gesta cultural de nuestros músicos. Se lo merecen. Solo hay que dar un primer paso y de seguro vendrán cosas mejores. Qué el Día del Músico no pase, de nuevo, en silencio.