Este miércoles es un día especial para el tenis internacional. Es que, tras la sanción de 15 meses por doping, regresa oficialmente Maria Sharapova. En el WTA de Stuttgart, sobre cancha de arcilla, donde logró tres títulos, la rusa, ex-Nº1 del mundo y dueña de cinco Grand Slam, juega con la italiana Roberta Vinci en primera ronda.
En el Abierto de Australia 2016, la siberiana consumió el fármaco cardiovascular Meldonium, que había pasado a ser prohibido justo en el inicio de ese año y por lo tanto se quedó afuera de competencia desde aquel Major. En principio había recibido una sanción de dos años, pero la apelación ante el TAS prosperó y ahora vuelve a ver acción en el tour profesional.
Sharapova, que la semana pasada cumplió 30 años, viene recibiendo duras críticas por parte de muchas colegas ya que pidió invitaciones y se las concedieron en Stuttgart, Madrid y Roma para disputar el cuadro principal en forma directa. Otras tenistas decían que la rusa podía recibir una ayuda, pero que los wild cards se los otorgaran para jugar la fase clasificatoria.
Ahora Sharapova, la atleta más millonaria del mundo, gracias a sus ingresos publicitarios, no tiene ranking porque se ausentó del circuito más de una temporada. La dueña de la corona de Stuttgart en 2012, 2013 y 2014 se mide con Vinci (36ª), ex-Top 10, quien precisamente criticó que la siberiana sea de la partida.
Si bien Vinci admitió que el retorno de la rusa le hace bien al tenis, no tuvo vueltas al referirse a la invitación que le concedieron. «No estoy de acuerdo sobre su wild card», expresó.
En caso de ganar en su vuelta oficial, Sharapova evitará enfrentar en la siguiente instancia a la polaca Agnieszka Radwanska (8ª), ya que la séptima favorita del torneo germano cayó en el debut con la rusa Ekaterina Makarova (43ª), con pasado de Top 10 mundial. Si se mira un poco más adelante en el cuadro, en cuartos podría cruzarse con la española Garbiñe Muguruza (6ª), quinta sembrada.
Así y todo, hay que ver en qué nivel retorna Sharapova en una superficie que le sienta bien, al punto de que ganó dos veces Roland Garros. El mundo del tenis espera entonces su vuelta, en medio de controversias, pero con ansiedad por saber cuál será su actualidad. Y el primer examen ya será complicado.
(Artículo publicado por www.espndeportes.com)