Frente al panorama actual que afronta uno de los monumentos más representativos de los cartageneros, y que encierra un sinnúmero de vivencias por parte de quienes crecieron bajo la figura los dos colosales pegasos, el gobernador de Bolívar, Dumek Turbay Paz, decidió poner en marcha un plan que permita la recuperación y disfrute de tan importante referente de la ciudad.
«El gran componente histórico del Muelle de Los Pegasos le ha permitido ser un punto de encuentro para las familias cartageneras y un importante referente de Bolívar. Trabajaremos para restaurar uno de los monumentos que más queremos los bolivarenses», dijo Turbay.
Y es que el Muelle de Los Pegasos, cuya fisonomía se asemeja a la de las míticas criaturas de la tradición griega que compartían espacio con los dioses del Olimpo, hace parte de un legado que ha trascendido en los nacidos en la capital de Bolívar y que merece ser preservado.
El muelle de Los Pegasos, más allá de la tradición helena, aterrizado en la historia de Cartagena para muchos representa la resistencia al sitio del pacificador español, Pablo Morillo, del cual la siempre heroica Cartagena de Indias logró sobreponerse y seguir adelante.
La grandeza que representa el Muelle de Los Pegasos es de tal magnitud que es acariciado por las mismas brisas que, en frente, rozan las placas que rinden tributo a los patriotas sacrificados por liderar la resistencia del pueblo cartagenero, en el Camellón de Los Mártires.
Los archivos de la historia de Cartagena referencian que, en los años 20 del siglo pasado, el entonces Concejo Municipal resolvió remodelar el antiquísimo muelle construido en 1791, y que a partir de 1900 se convirtió en el punto en el cual atracaban los barcos de cabotaje.
El muelle fue intervenido y reforzado, se llevó a cabo la construcción de barandillas y, a finales de la década de los 50, fueron ubicados los caballos de protuberantes alas, obra del artista cartagenero Miguel Caballero Leclerc, pero que se deterioraron con el paso de los años. Fue entonces, en 1992, cuando el escultor Héctor Lombana, donó a la ciudad su trabajo para preservar tan representativas figuras.
Aunque muchos historiadores no coinciden en atribuirle una sola representación al monumento del Muelle de Los Pegasos, en lo que sí están de acuerdo es en que su relación con el pasado y presente de Cartagena es innegable.
¿Por qué el Gobernador de Bolívar promueve el rescate del Muelle de Los Pegasos?
Partiendo de su gran componente histórico, el Muelle de Los Pegasos ha sido y será un punto de encuentro para decenas de familias cartageneras, a partir de la significación que encierra el lugar, así como de los miles de visitantes que llegan año tras año a la capital de Bolívar.
Durante muchos años, por la vista envidiable que se puede apreciar desde el sitio, el espacio era visitado por asiduos compradores de jugos naturales y comestibles, que recargaban baterías antes o después de ir a sus lugares de trabajo en un popular negocio de la zona.
También, para los más nostálgicos, el Muelle de Los Pegasos fue un paso casi que obligado para quienes asistían a las funciones de cine en el emblemático Teatro Colón.
Hoy por hoy, más allá de los recuerdos nostálgicos de los años de antaño, el monumento del Muelle de Los Pegasos continúa siendo un punto de encuentro y representación de la imagen de la ciudad.
Al Muelle de Los Pegasos llegan desde las parejas de enamorados que solo desean contemplar los barcos atracados en la bahía de Las Ánimas, así como también los extranjeros que, con el fin de conservar un recuerdo maravilloso de la capital de Bolívar, se toman majestuosas postales con sus cámaras o teléfonos inteligentes.
Tampoco se puede olvidar la cercanía del emblemático monumento con el Centro de Convenciones Julio César Turbay Ayala, principal punto de encuentro de negocios, congresos y múltiples conferencias del país, y que marcan la agenda de la ciudad durante todo el año. Por tal motivo, como se lo merece, la imagen de cada uno de los alrededores siempre tiene que ser la mejor, como lo merece la sede alterna del Gobierno Nacional y, por supuesto, los nacidos en esta capital.