Por Luis Adolfo Payares Altamiranda (Especial para Revista Zetta).- Mi hija Angelina Payares estaba sentada en su pequeño desván que yace en su cuarto, su madre como un ángel guardián la divisaba desde su poltrona donde se mecía suavemente para ver el televisor que estaba empotrado en la pared. Yo como pocas veces, empecé a pensar en este país y decidí después de un serio análisis meter la solicitud para crear la carrera técnica profesional de PROCUPROSTITUIDOR. No será fácil decía para mis adentros con mucha insistencia pero mi tozudez extrema me llevaba a insistir a pesar que mi otro yo me decía: “Ojo te pueden procudestituir”.
Insistí con mi iniciativa y monté la empresa la cual denominé: UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA, POR RADIO TELEVISÓN E INTERNET, LA PETROCLAVADA. Me acordé de aquella frase de un gran escritor costeño que en uno de sus audio libros decía: “Tronco de nombre largo pa tres salones”. Yo no tenía ni eso, solo mis ganas de salir adelante y de hacer empresa en este país que según la ANDI, la gente cada día tiene más oportunidad para crearlas: (como ño moñito). Conseguí un socio capitalista, que fue militante del M19, y que ahora se dedicaba a asesorar alcaldes corruptos del departamento de Bolívar, pero los ayudaba a que pasaran de agache para que no los investigara la “Procu”. Cuando llevé la original propuesta a la cámara de comercio, me dijeron que debía tener un asesor jurídico, por lo tanto acudí al palacio de justicia terrenal rodeado por los jardines colgados de babilonia, es decir el parque de las flores al lado del city bank, en el centro de mi querida Cartagena. Allí conseguí al popular “mono Olivetti”, le decían a así por su artefacto de trabajo donde hacía desde un edicto emplazatorio, hasta una declaración de renta, era una máquina de escribir, de esas que hay que darles con un martillo para que hundan las teclas. Le tiré el “dato” a mi amigo “Olivetti” e inmediatamente me dijo que sí, el mono Olivetti era un tinterillo profesional, con tarjeta y todo, especializado en el derecho de “pretil”, ese que se ejerce desde la calle y añade mucha astucia y sagacidad para resolver casos.
Pude por fin, introducir al mono en el mundo de la educación y lo nombre además de asesor jurídico, rector del alma mater, UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA, POR RADIO TELEVISION E INTERNET, LA PETROCLAVADA, un nombre demasiado original debía tener una sede original. Por tal motivo acudí a mi ingenio colombiano y la introduje con mis contactos en el MERCADO DE BAZURTO, allí donde se hace de todo, donde confluye mucha gente debía estar mi Universidad. Allí estaba como dicen los expertos en mercadeo, “mi mercado cautivo”, ese público ávido y deseoso de aprender a como PROCUPROSTITUIRSE.
Ser PROCUPROSTITUTO en este país no sería fácil sobre todo por la gran cantidad de gente honesta que hay en los estrados judiciales, y la justicia radical que toman muchos miembros de estas dependencias. Mi idea la llevé a los umbrales más intensos de la capacidad humana, imaginé a la CORTE SUPREMA DE LA PROCUPROSTITUCION, la cual se encargaría de encarcelar a todos los alcaldes y funcionarios de elección popular que fueran honestos, una especie de tribunal de castigo solo para aquellos que quieran invertir en los más necesitados. Allí fue la “caja de pandora”, como iba a hacer para que la CORTE SUPREMA DE LA PROCUPROSTITUCION funcionara de manera efectiva..? Donde funcionaría..? Realmente creo que ese no sería mi problema, me dedique a seguir mi proyecto y a tratar de sacar adelante mi iniciativa, porque este país sin educación se lo lleva el PROCU..!!
Después de varios análisis con mi par de asesores, uno de la izquierda y otro del partido del “anden”, acordamos lanzar otra carrera, TECNICO PROFESIONAL EN PROCUDESTITUCIONES, creo que esta carrera, sin temor a equivocarme será la tapa de la olla y ya tengo varios preinscritos sobre todo aquellos del partido de la V. El mono Olivetti, mi asesor jurídico lo sacó el espacio público del parque de las flores y a mi asesor en educación El “ché Paniza”, lo cogieron con un tabaco de Marihuana en el aeropuerto el Dorado. Con este par de asesores, realmente he decidido dejar el proyecto así, y poner un negocio de venta de AVALES en el mercado de Bazurto.