Por John Zamora (Director de Revista Zetta).- Sé que una consultoría especializada cobraría muchísimos millones de dólares, pero yo, de puro sapo, les voy a proponer –gratis- a varios empresarios cartageneros una idea de negocio… mejor dicho ¡la idea del súpernegocio!: Homenajes S.A.S.
Pesos pesados de nuestra clase empresarial, todas una vacas sagradas, se unieron para rendirle un merecido y cálido homenaje a un paradigma de la gestión empresarial latinoamericana: Orlando “Pompi” Cabrales. El homenaje fue todo un éxito. Asistió la crema y nata de la sociedad cartagenera, una élite de una conciencia social encomiable, una élite inclusiva, una élite emprendedora que nunca ha dilapidado las empresas heredadas, una élite tipo exportación, entra tantas otras virtudes.
Pues tan generosos y elogiosos comentarios ha recibido, que de inmediato la gente comenzó a decir: “Esto es lo que necesitamos, exaltar en vida la gesta de hombres intachables y ejemplares”.
En las sillas vestidas de blanco en el hotel Intercontinental los perfumados asistentes comenzaron a “botar corriente” y soltar uno que otro nombre de personas que también merecen homenaje.
Escuchándolos, se me prendió el bombillo y dije “¡Eureka!… este es el negocio, socio!”.
La fórmula, nada más escucharla, es bárbara… qué digo… ¡ B Á R B A R A ¡
Primero, los socios, que desde luego deben ser los mismos que convocaron el homenaje del Pompi: Rodolfo Segovia, Rodolfo Gedeón, John Gilchrist, Alfonso Salas Trujillo, Juan Ricardo Noero, Rafael Simón del Castillo, Ramón Pereira, Amaury Covo y Bruce MacMáster. ¡Ah, y no se olviden de Raimundo Angulo, por favor!
Segundo: alianza con otras élites del resto del país… Ejemplo, las élites del poder central, las constructoras, las bancarias, las gubernativas, las de la salud, las mineras y energéticas… es decir, aquellas blanquecinas donde jamás, pero jamás, arrimaría la corrupción.
Tercero: una agenda nutrida de homenajeados. Veamos lo que decían varios asistentes: para que no digan que los homenajes son solo para empresarios nacidos en la élite cartagenera; para que no digan que se tapan con la misma cobija; para que no digan que son rosqueros y excluyentes, para que no digan que son un “yo con yo”, el primer homenaje de esta prometedora empresa debe ser para Manolo Duque, quien al igual que el Pompi Cabrales, también está investigado por la Fiscalía y la Contraloría, también merece la presunción constitucional de inocencia y también, a su manera, ha sido empresario. Aquel de grandes inversiones en millones de dólares, éste en medios locales de comunicación. Algo es algo, en algo se parecen, no lo podemos negar. Bueno… a Manolo no lo investigan por embolatar tantos millones de dólares como para construir dos nuevos canales de Panamá, como malvadamente dice la Contraloría del descalabro de Reficar, sino por amangualarse para nombrar una contralora local. Pero en algo se parecen.
La lista de homenajeados en potencia podría extenderse kilométricamente, pero un primer filtro ha detectado a David Murcia Guzmán, Eleuberto Martorelli, Tomás Jaramillo, Juan Carlos Ortiz, Carlos Palacino, entre otros.
Al salir del evento me quedó la sensación que el manejo del protocolo fue impecable, porque no invitaron a indeseables como el tal Edgardo Maya de la Contraloría, y el tal Néstor Humberto Martínez, de la Fiscalía… ¡atrevidos!
Ahora el problema será cómo plantearle esta ideota a estos pesos pesados del notablato cartagenero… Esperaré a que regresen de sus vacaciones de Asia, África, Europa y Estados Unidos… Es que ideas como estas, merecen un homenaje.
Nota: Este artículo iba a ser publicado el 7 de diciembre, luego del homenaje rendido al señor Cabrales, pero nos pareció más apropiado con la fecha del 28 de diciembre, cuando ya se conoce el escrito de acusación de la Fiscalía contra la cúpula de Reficar, y cuando la Contraloría ha ratificado que el mayor escándalo de corrupción que sus investigadores registran es el de Reficar. Definitivamente, la inocentada del año.