Por Álvaro Royo (Especial para Revista Zetta).- (Xiamen – China).- Hay cosas que le retumban a uno en su interior y que por haberlas escuchado y visto por siempre, no se atreve uno, o no puede, o simplemente porque no le da la gana si quiera ponerlas en duda, o cuestionarlas, están allí y las aceptamos como algo que no admite discusión y que cuidado se nos ocurre siquiera tocarla.
Hablo de la Democracia, si la Democracia.
Mirémoslo así.
A veces los que más reclaman democracia es porque más la necesitan pero para sus intereses personales, y no estoy diciendo que esta sea mala, no, es el sistema perfecto para renovar lideres e instituciones, y en el papel, si, por lo menos en el papel, se le permite al votante castigar al dirigente negándole su reelección no votándole. Pero hay un pequeño detalle, esto funciona cuando el votante tiene su diario resuelto, que no tenga hambre y que tenga un buen nivel de educación, sin estos dos ingredientes la democracia es débil, manipulable, fácil de torcer y apropiarse de ella como algo incambiable pero para joder a los que más necesitan.
Y luego están las dictaduras.
Si, esas que detestamos porque están documentados miles de ejemplos que hablan de abusos y crímenes por culpa de estas, pero si damos un vistazo alrededor veremos que hay dictaduras que están funcionando con sus defectos muchísimo mejor que esas democracias fallidas que pululan en todo el planeta.
Ejemplos de esas democracias que funcionan muy mal tenemos a todo Latinoamérica salvo Chile que está bien, la mayoría de los países africanos les va mal en democracia aunque salvando también algunos casos como Botsuana que no les ha ido mal, son ejemplo del funcionamiento de buenas instituciones y un país que va avanzando.
Y dice el filósofo americano profesor de la universidad de Georgetown Jasón Brennan en su último libro publicado el año 2016 y bastante polémico (Against Democracy – En contra de la democracia) que después del triunfo del Brexit en Gran Bretaña y el triunfo de Donald Trump en estados Unidos el mundo debería plantearse a revisar esto del voto universal.
Dice Brennan que en general el votante promedio no tiene idea de nada, y hace un análisis de la sociedad, y ubica a los que nunca estudian ni leen acerca de nada y que estos por responsabilidad deberían abstenerse de votar.
Luego están los hinchas de equipos deportivos que analizan la política con la predisposición y el sesgo de un hincha de un equipo de futbol.
Y están los vulcanos que estudian la política con objetividad científica, respetan las opiniones opuestas y ajustan cuidadosamente las suyas. Y remata Brennan cuando se trata de información política algunas personas saben mucho, la mayoría de la gente no sabe nada y mucha gente sabe menos que nada.
Y en últimas la gente sin criterio y que no tiene idea de nada termina condenando al resto de los votantes, el voto no debería ser como la elección del jabón o qué combo de McDonald pido, el voto es algo serio, algo que debe ser seleccionado con mucho cuidado.
Pero si el votante además de no saber nada de política y de ñapa tiene hambre, entonces estamos bien jodidos.
Y sigue soltando otras perlas Brennan.
El derecho al voto te da poder sobre los demás, lo que en la práctica significa depositar nuestro futuro en manos de electores irresponsables. Es como si dejáramos nuestra salud en manos de un cirujano que no ha estudiado medicina, no conoce ningún tratamiento ni ningún medicamento y toma las decisiones por capricho, y encima estamos obligados a seguir su tratamiento
Si un peluquero, un conductor o un fontanero necesitan licencias ¿por qué no un votante? ¿por qué no se deja votar a un niño en cambio si a alguien que no tiene ni idea de las consecuencias que tendrá su voto?
Thinking
Los desastres que se presentan en nuestras democracias no cabe dudan que son creadas por nuestros dirigentes por su mala administración repartiendo pobreza y mala educación para que el votante sea manipulable. Esto se soluciona con educación de calidad
El líder chino Deng Xiao Ping, a quien se le debe el desarrollo de este país de los últimos 40 años gracias a sus políticas de apertura económica, buena educación y pena de muerte para la corrupción, lo dijo en plena crisis de la revuelta de Tiananmen por allá en 1989 cuando China pedía democracia, el conocía muy bien los daños que ha causado el populismo en el mundo y respondió de la siguiente manera:
¡Democracia si! Pero primero nos educamos y nos hacemos ricos. Y de eso ya han pasado casi 30 años.
¡Un abrazo!
Alvaro Royo
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