Por Juan Camilo Romero (Especial para Revista Zetta).- En mis años de Bachiller del Colegio INEM de Cartagena nos hablaban de la Globalización, nos mostraban cómo la tecnología iba a eliminar las fronteras físicas entre los países, si accedíamos a un ordenador conectado a internet podíamos enterarnos desde Cartagena lo que sucedía en New York o Paris.
Mis profesores, a quienes agradezco profundamente su entrega, sacrificio y dedicación por hacer hombres libres desde el aula y el taller, lo que me decían es una total realidad, no hay fronteras y en tiempo real con solo tener un dispositivo móvil nos enteramos de lo que pasa en cualquier parte del mundo, incluso podemos lograr grandes movilizaciones y hasta tumbar gobiernos, tal como ocurrió en la primavera árabe.
Todo ese desarrollo tecnológico ha traído consigo la creación de un nuevo ciudadano. Desde el punto de vista político hemos visto como muchas personas aprovechan las plataformas tecnológicas para atacar, desprestigiar y despotricar de lo divino y lo humano, para estos seres superiores no existe nadie que sea capaz de gobernar un país ciudad o departamento, se amparan en la libertad de expresión consagrada como derecho fundamental en la Constitución Política, abusando de esta menoscaban la honra y dignidad de quien se les antoje sin el más mínimo pudor o consideración.
En ese orden de ideas, estos seres superiores, porque así se consideran, de día expresan por redes sociales o en la plaza pública su odio y lucha frontal contra la corrupción, pero, al caer la noche los vemos tocando las puertas de todos aquellos a quienes critican para pedirles el apoyo y así poder llegar al cargo al que aspiran.
En estas elecciones atípicas para elegir Alcalde de la Ciudad de Cartagena, se ha materializado lo que anteriormente he mencionado, vemos candidatos que han buscado a los Congresistas del Departamento para obtener su apoyo y como no lo logran, inundan las redes sociales con videos e imágenes ofensivas tendientes a desprestigiar a quien por distintas razones no decidió brindarle su respaldo.
Los amigos de ese candidato, publican videos con acento entre académico, hippie y gomelo, manifiestan que derrotarán a la clase política y se muestran completamente seguros que lo harán.
Aurora De La Rosa De Vitola mi profesora de Lengua Castellana, una hermosa mujer barranquillera de cabellos rubios y ojos azules, quien con el desparpajo propio del Caribe me enseñó el amor por las letras, en una de sus clases, cumpliendo su labor como formadora de nuevas personas, nos contaba la fábula de las la Zorra y la Uvas, antes de empezar a leer nos amenazaba con el borrador de madera y sentenciaba que le caía la abuela al primer insolente que hablara y la interrumpiera.
La Zorra en una mañana de otoño cansada de comer lo mismo, pasando por un viñedo vio un hermoso y refrescante racimo de uvas maduras, se preparó y brincó por más de diez veces sin lograr coger las uvas, al percatarse que un pajarito la estaba viendo exclamó, no voy a comer uvas porque me acabo de dar cuenta que estaban verdes.
Aurora nos decía, no sean como la Zorra, luchen por lo que sueñan y quieren, si no lo logran busquen la forma de lograrlo pero no le echen la culpa a nadie de sus fracasos y no salgan diciendo que las uvas estaban verdes.
Lo mismo le digo a aquellos que al no lograr por la vía del esfuerzo, el trabajo y la dedicación, apoyos políticos que los lleven al triunfo, despotricar de quien no decidió apoyarlo y terminar diciendo como la Zorra que las uvas estaban verdes.