El Concejo de Cartagena decidió “perdonarle la vida” al secretario general de la Alcaldía, Johny Ordosgoitia, y votó para sofocar una moción de censura en su contra.
El gran pecado cometido fue inobservar sucesivas citaciones del Concejo para explicar temas de su resorte, y por ello se aprobó hacerle un proceso de Moción de Censura que, de ser aprobado, hubiera significado su retiro fulminante de la Administración.
No obstante, Ordosgoitia llegó al Concejo cargado de humildad, y explicó en detalle las circunstancias que le habían impedido acudir. “Mi actuar es un libro abierto”, dijo.
Los argumentos del funcionario conmovieron a los siete concejales actuantes, entre ellos al que propuso la moción de censura, Rodrigo Reyes Pereira, quien indicó que por ese mismo camino iba Yolanda Wong, secretaria del Interior.
Javier Curi dijo que “en política hay que sanar los males, jamás vengarlos” y se declaró satisfecho con las explicaciones, no tanto César Pión quien dijo que “no hay necesidad de cortar una cabeza para construir mejor ciudad”. A su vez, David Caballero dijo que el Concejo “no es una Inquisición pero los funcionarios deben entender que tienen el deber de venir y dar explicaciones de sus acciones”. Rafael Meza destacó la humildad del funcionario en este proceso, y Wilson Toncel señaló que las excusas quedaban recibidas.
En este punto vino la votación, de predecible resultado: absuelto Ordosgoitia, moción de censura sofocada.
Vicente Blel dijo que no es para entrar en triunfalismo, y le envió un mensaje a los funcionarios de la Administración: al Concejo hay que venir a dar explicaciones cuando se les cita.
Es el segundo proceso de esta naturaleza en el Concejo. Durante la administración de Dionisio Vélez se frustró una moción de censura a Dolly González, entonces Secretaria de Planeación. Aunque la votación fue mayoritaria, no fue suficiente y la funcionaria se salvó.