Por César Pión González (Especial para Revista Zetta).- Una de las cosas que hoy me pregunto sin generalizar ni cuestionar la práctica de una comunicación por cualquier medio, es si los autores de muchos escritos que hacemos público en diarios y redes sociales, hemos efectuado en nuestro interior el trámite objetivo y noble de la consciencia, la ética de la pluma, tecla y voz.
Este ejercicio podría iniciarse desde la escogencia del tema si es de interés general o particular, afín al oficio, si su contenido es el resultado de una investigación juiciosa de fuentes diversas sin antecedentes del aprovechamiento noticioso, y también volvernos a preguntar qué pretendemos con el texto; educar, advertir, denunciar, construir, destruir desahogarnos, ilustrar, o aparentar.
Me inquieta saber si existirán mediciones y estadísticas en la ciudad que nos permitan evaluar el impacto de lo difundido, hemos medido el resultado de nuestra comunicación por lo leído, por el número de clips aportados pero, podríamos decir ¿Qué tanto ha impactado benéficamente a la población? Me atrevería a decir sí, con esta práctica tabulada y consolidada por tema hemos logrado transformar para bien algunas situaciones.
Sin embargo notamos ciudadanos con poco sentido de pertenencia, de solidaridad, de colaboración, personas que no respetan una fila, que atraviesan la vía por cualquier sitio, que parquean donde les da la gana; niños, mujeres embarazadas y ancianos que no tienen prioridad, la basura se tira en cualquier parte y en general, hechos indicativos que hay una ciudad mentalmente más acabada, más degenerada, más corrupta, más vulnerable, afianzada por temas cotidianos de tragedias, muertes, robos, detención, desastres y corrupción.
Con este replanteamiento de la lucha contra la corrupción en nuestra ciudad, lo cual es sano y necesario, amerita su ampliación a más sectores paralelos a lo público, y solicitar al nuevo alcalde encargado Pedrito Pereira Caballero, la presentación de un acuerdo que implemente el proceso de cultura ciudadana y el fortalecimiento de la educación. La lucha contra la pobreza bandera del mandatario encargado se enmarca a un plazo amplio pero con una matriz a corto plazo; un alcalde tiene que trabajar con el Concejo que es muy distinto a amangualarse, a efectuar conciertos delictivos, porque si la fuente real se consultara encontraríamos alcaldes reyes que comprometieron la inversión a placer, acompañados de segmentos sociales, gremiales, financistas y padrotes de la política en donde muchos se disfrazaron de bien común para alimentar sus propios intereses.
Que vivan las buenas acciones pero que sean constantes y apoyemos la comunicación constructiva amparada en cultura ciudadana y una educación sin fronteras.