Por César Pión González (Especial para Revista Zetta).- En buena hora se designó a un alcalde que, emergido de los sectores populares y militante de los partidos con tradición, ha sido en nuestra ciudad un ejemplo como persona y como administrador público; nunca ha estado envuelto en actos de corrupción ni escándalos personales, razón que triplica el compromiso de un sector donde por pecadores pagan justos y en donde los que pecan conservan la fragancia de los inducentes inversionistas y grupos económicos. “Ilustres personajes” de colores y niveles variados que bajo su interés disfrazan el desarrollo y se potencializan para delinquir.
Alcalde Pedrito Pereira, le corresponde a usted dirigir y presentar el presupuesto para el 2019, le corresponde sacrificar la imagen vitrinera y hacer las veces de Jaime Castro en Bogotá, estamos seguros que se desposeerá de cualquier protagonismo para ordenar la estructura administrativa de la ciudad.
Hoy la administración no está para el figureo y el día a día, tiene usted la responsabilidad de revisar y proponer lo debido en la infraestructura educativa, puestos de salud sin terminar, calles inconclusas, restringir el uso de los escenarios deportivos con las festividades que los deterioran.
Así mismo es necesario controlar los mandos medios que revisan los actos sancionatorios en medio ambiente, actividades de la construcción, sobretasa de la gasolina, sobretasa bomberil; detener, sancionar y organizar traslados que congelen la ocupación e invasión de la zona norte, cerro de la Popa y de los humedales.
Qué importe sería solucionar conflictos en la ciudad como el de la Urbanización La Sevillana, propender por un verdadero plan de movilidad que no existe, Bazurto y Santa Rita, regular las tarifas de los parqueaderos que cobran lo que les da la gana, revisar la ocupación de los cuerpos de agua, entre ellos la Isla de los Pájaros, que funciona sin que se tenga una legalidad y deteriora cada día más la flora y fauna de la isla, por citar sólo algunas acciones.
Proponemos respetuosamente por intermedio de valorización la acción definitiva para las mareas de Castillo, Bocagrande y Manga, que deterioran el sistema vehicular con grandes pérdidas en mantenimiento, dificultan el transitar turístico y afectan la calidad de vida. Atreverse a entregar a los holandeses el caño de Juan Angola, pues no existe recurso distrital y cuando se quiera reaccionar, ya no existe en la marcha de invasión y construcción a su alrededor, tomar la decisión de generar sitios exclusivos para dejar y tomar pasajeros y acabar con la incultura de parar en todos los sitios, contribuyendo al desorden y caos vehicular. Alcalde, hay que hacer la revolución de las pequeñas cosas, las megaobras son bienvenidas pero este puñadito de solicitudes requieren solo voluntad política y decisión.
Alcalde usted está llamado a redimir a la clase política, una rayita más no soportamos.
“Alcalde, hay que hacer la revolución de las pequeñas cosas, las megaobras son bienvenidas pero este puñadito de solicitudes requieren solo voluntad política y decisión”.