Por Álvaro Royo (Especial para Revista Zetta).- (Xiamen – China).- Estaba leyendo la noticia de la incautación de más de 200 ranas venenosas originarias de Colombia que iban a ser exportadas, ilegalmente obviamente, para ser vendidas como animales exóticos y mostrar en casas de gente que quiere presumir de ellas, y decía el mismo artículo que sacar esas ranas de su hábitat es un crimen porque ellas cumplen una función de depredación en su ecosistema que hace mantener el equilibrio comiéndose todo tipo de insectos manteniendo y preservando estos saludables.
Y luego pasaba de página y leía en el mismo medio digital que el gobierno de China luego de más de 35 años de la política del hijo único por familia y con una población de más de 1.500 millones de habitantes acaba de derogar esa ley y está ofreciendo incentivos a las parejas que deseen tener el segundo o el tercer hijo, ¿por qué? Porque se han dado cuenta que su población está envejeciendo y que si eso sigue así corren el peligro de desaparecer como nación.
Hágame el favor, ¿desaparecer como nación? ¿Con toda esa cantidad de personas? Y entonces que es Nueva Zelanda o Uruguay que ambos cuentan con más o menos 4 millones de habitantes? ¿Y qué hay de Japón que cuenta con 126 millones de personas, 12 veces menos que la población de China?
Pero luego ve uno que Italia, Francia el mismo Japón, todos están ofreciendo incentivos para aumentar su población, para evitar la caída de sus censos.
Más que el miedo de desaparecer como nación es el temor a no tener quien vaya reemplazando a quien va a pagar las jubilaciones de los que se van retirando, es más un problema de caja y de bancos que el miedo a no existir como país
Hace 28 años en 1992 el francés explorador y cineasta Jacques Yves Costeau fue invitado especial a la histórica conferencia sobre el medio ambiente y desarrollo de la ONU en Rio de Janeiro, el hombre alertaba que si no se tomaban medidas urgentes el planeta era el que iba a estar abocado a la destrucción, no un país o dos, que el crecimiento poblacional desmedido y sin ningún control nos iba a llevar al desastre total.
No proponía el legendario Jacques que se prohibieran los embarazos ni se restringiera la libre decisión del ser humano de procrear o tener un hijo, proponía algo que tiene mucho sentido inclusive hoy en día, y es apostar por educar y empoderar a las mujeres, decía el que los países donde más natalidad desbordada hay es en los países en que estas son segregadas, sin una educación adecuada ni con un sistema de salud óptimo.
Y tiene sentido, a mayor desarrollo y educación de las mujeres en un país, menos nacimientos se dan, ellas pueden determinar que es conveniente y que no, pero solo cuando son socialmente puestas en su sitio y cuentan con un nivel intelectual elevado producto del saber.
Pero parece que esta ecuación no le interesa a los gobiernos porque por obvia que parezca esta solución no deja de crear otro problema para ellos y es que va a ser más complicado convencerlas a que sigan teniendo más hijos para seguir sosteniendo la cadena de jubilaciones de los países.
Más curioso resulta que mientras los gobiernos ofrecen incentivos para incrementar el número de nacimientos se queda uno petrificado al saber que 4 MIL NIÑOS MUEREN DIARIAMENTE EN EL MUNDOPOR PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL AGUA POTABLE, ¡así en mayúsculas! Es ridículo que 120 mil niños mueran mensualmente por causas que pueden evitarse y que nadie se pellizque, y que aun así quieren que sigan naciendo más sin haber solucionado la causa de ese genocidio diario.
La población mundial sigue creciendo y se prevé que para 2030 seremos 8.600 millones, que habrá más problemas con el agua, que habrá mujeres igualmente segregadas como hoy en día y los gobiernos seguirán empujando a sus ciudadanos no a planificar si no a parir más.
Y 9.800 Millones en 2050
Thinking
Los depredadores naturales que teníamos para mantenernos en números que no afectaran nuestros ecosistemas los hemos ido eliminando, las enfermedades las hemos ido desterrando, y aun peor, somos incapaces de autorregularnos.
Si analizamos todos los problemas que estamos viviendo por culpa de nuestra súper población mundial podemos elementalmente intuir que Jacques Costeau tenía razón, él lo advirtió en su discurso de 1992 y nosotros siendo los insectos hemos eliminado a las Ranas y estamos como en un carro loco sin frenos descontrolados destruyendo el planeta.
El ser humano necesita un depredador urgente
¡Un abrazo!
Alvaro Royo
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