Latigazos al infractor – Opinión de Álvaro Royo desde Xiamen

Por Álvaro Royo (Especial para Revista Zetta).- (Xiamen – China).- El que esté escribiendo este artículo no quiere decir que apruebo y que estoy de acuerdo con lo que en él describo, solo quiero dejar preguntas en el aire para el que tenga una buena malla de cazar mariposas las agarre y se las piense. Solo eso.

Unos 25 años estuvo implementada una ley en Inglaterra que, en aras del libre desarrollo de la personalidad de los niños, no le permitía al profesor reprender al estudiante.

La situación se volvió tan insostenible que el bulliying hacia los profesores por parte de los estudiantes era vergonzoso y humillante en los cursos de primaria y llegaba a las agresiones físicas y ataques permanentes hacia todo el personal docente en el bachillerato porque los alumnos eran intocables.

Estos intocables, tanto niños como adolescentes, se hicieron mayores y prendieron las alarmas en las autoridades del tipo de ciudadanos que estaba criando el sistema, y hace unos cinco años el gobierno cambió la norma y ahora se le es permitido a los profesores “reprender” y volver, en caso de que sea necesario, al reglazo para aleccionar al infractor, al alumno infractor.

Mirando mi infancia fueron varias veces que me dieron penca y cuando no había un cinturón a la mano y por lo urgente de la situación, me tiraban el objeto que se tenía más cerca o se levantaba el pie para desprenderse la madre de una chancleta que hacía las veces de “María Moreno”, decía mi tío Kike, María Moreno que “saca lo malo y mete lo bueno”, en verso macabro para que se quedara a uno grabado.

Creo que todos los de nuestra generación y las generaciones anteriores vivieron ese tipo de experiencias y nos queda la duda si seríamos mejores o peores si no hubieran existido estas formas de corregir conductas que nuestros mayores consideraban inapropiadas para ser un buen ciudadano a futuro.

También cuando se veía a un adolescente muy necio o portándose mal, se decía que a ese pelao “le faltó fue penca”, o que no le dieron suficiente, eso con los nuevos psicólogos y las nuevas técnicas de educación se considera violencia intrafamiliar y es muy mal visto, totalmente erróneo dicen.

Ahora nos vamos a Singapur donde los padres tienen una vara de unas medidas específicas para pegarle a sus hijos cuando lo consideren necesario, eso sí vigilado que no sean unos padres abusivos, pero con los altos niveles de educación de las familias son pocos los casos que no sean realmente justificados los correazos al hijo que se porte mal.

Y resulta que los profesores también, ellos tienen una vara, de otras medidas y la autorización expresa tanto de los padres como del gobierno para corregir al alumno que se quiera saltar las normas de buena conducta.

Pero hay más, y esto es lo que me deja pensando, la policía también tiene una varas de otras medidas diferentes a las del padre y a las de los profesores, más grandes por supuesto porque con esta se trata de aleccionar delincuentes y criminales, es de ratán de 1,2 metros de largo y 1.3 centímetros de diámetro.

Si, el sistema legal de Singapur permite utilizar a María Moreno para corregir malas conductas cometidas por los varones menores de 50 años, o sea, penca para el que se porte mal desde niño hasta adulto, como hijo, como estudiante y como ciudadano, a cualquier edad te haces responsable de tus actos y puedes ser penalizado con el castigo físico.

Castigo físico que está muy mal visto dentro de los valores y estándares de la educación actual.

Pero mirémoslo de otra manera, qué tenemos, un país como Inglaterra que está retomando medidas para corregir el error que cometió con las medidas laxas que dejaban al estudiante el libre desarrollo de la personalidad convirtiéndolos en pequeños tiranos y luego en malos ciudadanos.

También tenemos a Colombia con niveles de delincuencia y homicidios alarmantes con unos bandidos que se burlan del sistema penal que en últimas tiene en cuenta más los derechos humanos del infractor que los de la víctima, una ciudadanía aterrorizada llevando vidas con miedo a salir de su casa y de repente nunca más regresar.

Y luego tenemos a uno de los países más limpios, educados y seguros del mundo, Singapur, donde te puedes desplazar a donde quieras, sin miedo a ser secuestrado, robado o asesinado.

¿No será que nos está haciendo falta unos cuantos cuerazos o latigazos a esos bandidos que tienen la valentía de ponerle un revólver en la cabeza a un ciudadano indefenso para robarlo?

 

¡Un abrazo!

Alvaro Royo

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Salvar vidas, los reglazos, los cinturonazos, eso es legal ya se practicado desde siempre en nuestra sociedad