Por Pablo Moreno.- (Sistema Informativo Regional – Presidencia de la República).- Luis María Bastidas recuerda que cuando era niño, su padre, un llanero de pura cepa, lo sentaba en las piernas y le narraba historias de 1818, cuando el Libertador Simón Bolívar y su compañero de luchas, Francisco de Paula Santander, pasaron por el piedemonte llanero del municipio de Pore (Casanare), para preparar el ascenso a la cordillera que culminaría con la Batalla del Puente de Boyacá que le daría la libertad al país.
Con el tiempo, Bastidas se hizo sicólogo, pero esa semilla que su padre había sembrado en él y al ver que el legado de sus ancestros se estaba perdiendo en las nuevas generaciones, hizo que volviera su atención hacia la investigación y la pedagogía histórica. Fue así como empezó a profundizar esos conocimientos que obtuvo por la vía de la tradición oral y hoy es una de las personas que más conoce sobre las raíces históricas de su municipio, al que se le considera cuna de la libertad y donde este martes el Presidente Iván Duque iniciará oficialmente la celebración del Bicentenario de la Independencia.
De acuerdo con el maestro Bastidas, fue hacia finales del año de 1818 cuando el general Santander instaló en Pore un congreso que declaró a esta población como capital de la República libre de la Nueva Granada. Hoy, casi doscientos años después, y aunque pocos colombianos tienen memoria de este hecho y del aporte de los llaneros de la comarca a la libertad, Pore se destaca por ostentar el título de Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación y por ser una población cuyos habitantes buscan un nuevo futuro gracias a la conmemoración de la gesta emancipadora.
Vestigios históricos
En la actualidad, las ruinas de la iglesia jesuita de Pore sobresalen en medio de locales comerciales y luces navideñas, de modo que el visitante bien puede decir que las nuevas construcciones van carcomiendo lo último que queda de los vestigios históricos.
Al respecto, Luis María Bastidas relata: “Entrevistamos a un señor que se llama Baltazar Salcedo, de 85 años, quien nos dijo: Yo conocí a Pore cuando tenía diez años. Allá, donde era la cárcel, existía un muro de unos tres metros de alto. La gente empezó a construir. No iban al río a sacar la piedra, sino que sacaban la piedra de las construcciones antiguas y la partían. Ahora esa piedra está debajo de las nuevas construcciones y son sus cimientos”.
Si pudieran hablar –agrega el historiador–, las calles empedradas y las viejas casonas del pueblo que aún sobreviven, “contarían que vieron cómo los ejércitos de Bolívar y Santander pasaron por aquí hacia la Independencia, ayudados por mujeres de armas tomar”, oriundas de Pore.
Presentación Buenahora, una heroína de Pore que se amarró bien las faldas
Bastidas, un hombre de mediana estatura y estampa inconfundible de llanero veterano, quien ha inculcado en su pequeña hija el amor por la historia patria, levanta la mirada y sostiene que entre las mujeres memorables de Pore, heroínas de la Independencia, se destacó Presentación Buenahora, una mujer que no escatimaba esfuerzo alguno para ayudar y suplir las necesidades de las tropas pioneras de la Independencia de Colombia.
“Ella fue una heroína de Pore, que desde su hato colaboraba con caballos y víveres y albergaba a soldados; de ella podríamos decir que se amarró bien las faldas y que incluso iba a las batallas con los llaneros”, asegura Bastidas y cuenta que Presentación Buenahora pasó a la historia porque, al ser capturada por el coronel español Bayer, en julio de 1816, la fusilaron el 28 de julio siguiente en la plaza de Pore, para que sirviera de escarmiento a los rebeldes. Sin embargo, sucedió todo lo contrario: ella sirvió de ejemplo y de estímulo para los llaneros que luchaban por la libertad.
Al rescate de la memoria
A escasas horas de iniciarse oficialmente la celebración del Bicentenario de la Independencia, Luis María Bastidas se lamenta de que hoy a la gente le importe poco el aprendizaje de la historia y que las fechas conmemorativas, como los doscientos años de la gesta libertadora, no les digan mucho.
“Yo creo que se debería intensificar más en las instituciones educativas este saber, este conocimiento, para despertar más el sentido de pertenencia por lo nuestro, por lo que nos identifica como llaneros y colombianos”, afirma.
Precisamente ese compromiso férreo para que no se pierda el legado que le dejó su padre, es lo que ha impulsado a este llanero a unir esfuerzos con un grupo de amigos para emprender un sueño que hoy se materializa en la ‘Corporación Pore: Fuerza de Libertad, Memorias de Independencia’. A través de esta iniciativa, él y sus coequiperos realizan pedagogía histórica en los principales colegios del municipio que fue cuna de la libertad.
“Haciendo matemáticas mentales”, como él mismo dice, Luis María calcula que con esta pedagogía unos dos mil jóvenes transmitirán este legado a las nuevas generaciones, con lo cual –agrega–, habrá hecho mucho más, llegando a más personas, que si simplemente se hubiera enclaustrado en su consultorio y se hubiera dedicado exclusivamente a su profesión de sicología.
“Nadie más que nosotros, los dolientes, tenemos que hacer este trabajo, de dejar nuestro legado histórico vigente”, dice con convicción.
Luis María Bastidas se despide con un dejo de tristeza, pero luego un brillo de alegría se le asoma en la mirada, al indicar que, con la celebración del Bicentenario, se abrirá en Pore el Museo ‘Juan Nepomuceno Moreno’, que les permitirá a los habitantes del municipio incursionar en el turismo cultural, lo cual abrirá un horizonte nuevo, una nueva forma de preservar y tomar conciencia del legado histórico que heredaron de sus antepasados.