Pedrito: capitán en mar de leva – Análisis de John Zamora

Análisis de John Zamora ( Revista Zetta).- Los alcaldes en Colombia transitan sobre su cuarto año de gobierno, con el desgaste que ello implica, pero con la responsabilidad completa de lo hecho y dejado de hacer. El alcalde Pedrito Pereira no: apenas lleva ocho meses encargado de una ciudad en crisis institucional, lo más parecido a navegar sobre un bravío mar de leva, donde solo un buen capitán mantiene a flote la nave.

En la encuesta Guarumo, revelada este miércoles –que parece realizada con método serio- por primera vez pudimos conocer los cartageneros una medición sobre la manera en que es vista su gestión, en muestra tomada del 16 al 20 de mayo pasados, presencial, cara a cara, en hogares, con la siguiente pregunta:

En términos generales, en una escala de 1 a 5, siendo 1 muy mala gestión y 5 muy buena gestión, ¿cómo califica la gestión del Alcalde actual?

Los resultados son estos:

1: 13.9%

2: 30.5%

3: 40.2%

4: 12%

5: 3.4%

Pedrito está en la mitad. Para interpretar el resultado, hay dos opciones: o el vaso está medio vacío, o está medio lleno.

Si está medio vacío, Pedrito es un desastre: Sería sumar el 1, 2 y 3 y el resultado sería un adverso 84.6%, algo totalmente ilógico, a juzgar porque eso no es lo que ha pasado, por la buena imagen que tenemos del mandatario, y porque hay un consenso mayúsculo en que su gestión ha reconstruido en gran parte la confianza institucional.

El vaso, luego entonces, está medio lleno, y varias consideraciones sustentan esta interpretación.

No podemos perder de vista que el origen de los recientes males institucionales de Cartagena está en el escándalo por la elección de la contralora Nubia Fontalvo por parte del Concejo, que llevó a que la mitad de sus integrantes fuese privado de la libertad a solicitud de la Fiscalía; y por la estrepitosa caída del alcalde Manolo Duque.

Por eso la encuesta señala que a diferencia de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, donde la inseguridad es el principal problema, en Cartagena solo lo supera la corrupción.

Después de Manolo vino Sergio Londoño, que sostuvo la designación hasta la elección de Quinto Guerra, que fue apartado del cargo a menos de un mes de su posesión por estar inhabilitado según la Procuraduría, y Yolanda Wong que estuvo al frente de la ciudad hasta que el Presidente encargó a Pedrito Pereira tras sopesar una terna enviada por el partido Conservador.

Pedrito llegó en septiembre, con los presupuestos agotados y los chicharrones encendidos (cerro de la Popa a punto de caer, San Felipe Neri inundado, edificios de los Quiroz a punto de colapsar, etc, etc, etc…); con un plan de desarrollo que ni Manolo pudo “desarrollar”, ni Sergio, ni Quinto ni Yolanda patentaron; con la incómoda y pegajosa veeduría de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, que oteó y olisqueó cada movida de la nueva administración; con un equipo que en su mayoría encontró conformado por sus antecesores (Quinto nombró todo un gabinete, que en su mayoría subsiste hoy), y al cual le dio continuidad; con limitaciones en su “autonomía de vuelo” administrativa para el 2019, por cuenta de la ley de garantías y la imposibilidad de comprometer vigencias futuras por tratarse del último año del periodo, y con una agenda de ciudad atrofiada y convulsionada, un notorio desencanto ciudadano y una acentuada desconfianza institucional.

Con ese panorama, obtener un 40,2% en el nivel 3 es lo más parecido a una hazaña. Y, como “bonus track”, logró 12% en nivel 4, y 3.4% en nivel 5 de “muy bueno”.

Lo dicho: en este tormentoso mar de leva que ha azotado a la ciudad, Pedrito ha resultado ser un avezado capitán.