Por César Pión González (Especial para Revista Zetta).- A partir de ese silbido se cronometra el tiempo estipulado para que dos equipos de fútbol intenten obtener un resultado favorable que les sume puntos y les permita obtener el título o el calificativo del campeón.
La competencia se inicia desde su preparación. La revisión del oponente y establecer estrategias y tácticas de juego. El gran partido será el desarrollo económico de Cartagena y no veo a los aspirantes a técnicos a efectuar el pitazo inicial para un análisis y propuestas para lograr un desarrollo económico que en nuestra ciudad ha sido antagónico al crecimiento que se necesita en este aspecto.
Cartagena es una ciudad que tiene una ventaja de tres vectores de desarrollo: turismo, industria y construcción.
El segundo sector generador de empleo es el sector industrial de Mamonal, es intensivo en capital y no genera muchos puestos de trabajo, aproximadamente 47 mil empleos incluyendo a sus proveedores, esto representa 22,16% de empleo, que no es suficiente para Cartagena, sin embargo, es el que genera empleo formal con todas sus prestaciones, lo que permite que haya movilidad social porque si la persona tiene un trabajo estable puede acceder a servicios financieros.
La construcción generó 33 mil empleos, la gran mayoría son empleos informales sin prestaciones y también estacionarios que representan el 15,6% de empleo de la ciudad.
Analicemos que los sectores que generan más ingresos y aportan más PIB de la ciudad no generan el empleo suficiente, como Mamonal o débil calidad como el que genera el turismo y la construcción; el otro gran problema que afecta nuestra economía es la informalidad de este, hay que reemplazar este empleo informal por empleo formal. El 44,3% del empleo en Cartagena es informal, en promedio representa 223 mil personas que no tienen estabilidad laboral, no reciben un ingreso fijo mensual y muchas veces, devengan menos que el salario mínimo, reafirmando a la ciudad en el tercer lugar entre las ciudades con mayor pobreza monetaria en Colombia.
La informalidad no permite prestaciones sociales: primas, vacaciones, cesantías, seguridad social, cotización de pensión y llegar a la tercera edad sin ingresos para poder subsistir. Cómo destrabamos el freno a la construcción y retomamos el olvido de la zona industrial, sin olvidar la organización de la Secretaría de Turismo. Aspirantes, ¡sonó el pitazo!
*Concejal de Cartagena