Por Carlos Féliz Monsalve (Especial para Revista Zetta).- La constante gestión para conseguir recursos económicos a favor de la educación, es prioridad para toda sociedad que busca un desarrollo sostenible, pero también es claro la importancia del destino de estos recursos, que puede ser en dos vías: i) funcionamiento e, ii) inversión.
Los gastos de funcionamiento son para cubrir nóminas e infraestructura física básicamente, no obstante, también nos permiten la operación de los servicios educativos. Por otra parte, la inversión de recursos impacta en la calidad educativa o en procesos de investigación, así como genera nuevos conocimientos, desarrollo tecnológico e innovación, que acompañados de procesos de producción eficientes nos permiten conseguir un relevante desarrollo económico.
Ante el anterior panorama, debemos manejar equilibrios y prioridades en materia de recursos educativos, que permitan posicionar al sector como el verdadero eje transversal para la transformación social.
CARLOS FELIZ MONSALVE