Por John Zamora (Director Revista Zetta).- No podemos acostumbrarnos al sobresalto y la zozobra institucional, volteando ansiosos la mirada a todos lados, cual forajido que huye por el lejano Oeste acosado por un caza-recompensas.
Cuando se derrumbó el edificio Portal de Blas de Lezo II, enseguida vinieron los tremores por la continuidad de Manolo; entre tanto, medio Concejo preso por la elección de una contralora; luego elegimos a un alcalde “atípico”, pero resultó inhabilitado; en el Concejo hay un cíclico “quítate tú, pa’ ponerme yo” y ahora asistimos al deplorable espectáculo de su división interna y la elección de un presidente a mitad de carrera; una Cámara de Comercio con muchas explicaciones que dar a la Contraloría y la SIC… en fin…
… y cuando parece que enderezamos el camino, con un alcalde que ha venido reconstruyendo la confianza y evacuando “chicharrones”, se ciernen nubarrones por un eventual relevo como consecuencia del fallo de segunda instancia del Consejo de Estado que declara nula la elección de Quinto Guerra.
Volvemos a comernos las uñas y a caer en la morbosa vorágine de las cábalas, de sacar nombres del sombrero, de “chismes-y-especulaciones-Cartagena-punto-com”…
Al caer en tanta histeria, se pierde de foco la puntualidad del problema, cuya solución está en manos de una sola persona: el Presidente de la República.
Iván duque ya acertó al encargar a Pedrito Pereira, pues le entregó el mando de un barco en pleno mar de leva, y el capitán ha sabido llevarlo a aguas más tranquilas…
No existe ninguna razón seria para traer a otra persona, por los obvios y protuberantes traumatismos que ello representa, sobre todo cuando estamos en junio y en un pestañeo estaremos en las urnas en octubre y finalizando año en diciembre, fin del periodo. Cual Mariano Rivera, está lanzando 97 millas y tiene el brazo firme para cerrar la entrada.
Eso es lo acertado. ¿Será, también, lo correcto?
La respuesta está en la ley. Dicho en términos muy elementales, nula la elección de Quinto (Partido Conservador), debemos combinar el tiempo actual, junio-2019, e imaginar que volvemos a mayo-2018. En el tiempo actual no podemos ir a las urnas por la cercanía del fin del periodo, y un año atrás estábamos en encargo. En consecuencia, Duque debe encargar a alguien sin preguntar por el partido político, (¿alguien se acuerda de esa entelequia amorfa y espectral llamada “Primero la Gente”?), o lo que es lo mismo, puede designar a quien le dé la gana. Lo acertado y lo correcto tiene nombre: Pedrito Pereira.