Hombre de elecciones, no encargos
Cartagena es tierra fértil para la imaginación y el chisme, en especial en la arena política. Uno de los más descabellados por estos días ha sido el de inventar que Andrés Betancourt está haciendo malabares para que el Presidente lo nombre alcalde encargado, en reemplazo de Pedrito Pereira. El rumor ha causado gracia entre sus amigos, quienes dicen que lo que ha demostrado Betancourt es ser un hombre de elecciones, no de encargos.
Para confirmar que no anda moviéndole la silla a Pedrito, Andrés trinó este martes así:
«Más allá de las incertidumbres, elocubraciones mediáticas y políticas; el Alcalde debe seguir trabajando con la responsabilidad de siempre y esperar con calma y seguridad la decisión del gobierno. Lo contrario sería una insensatez»
Tiempo y destiempo
Una buena manera de identificar a un mal músico es cuando entra a destiempo, queda atravesado, y arruina la ejecución de la pieza.
Por eso, en política hay que saber interpretar los tiempos: saber cuándo se entra, cuándo se pisa el acelerador, cuándo hay que bajar el perfil o cuándo hay que retirar la apuesta.
Es esta asignatura “métrica músico-política” la que está reprobando Álvaro Redondo.
Cuando era aspirante al aval libera para Gobernación, era silente y huraño.
Ahora que retiró su postulación, entonces sí hace reuniones y, lo más grave, dice que está preparando todo su arsenal político para 2023… ¡Imagínense! ¡Todo a destiempo!
Sancocho repetido
En el mercadeo político es un error asumir posturas o estrategias que ya se reconocen en otros. En el caso de Yolanda Wong (quien tendría “enmuñecado” un aval de partido político para aspirar a la Alcaldía), patentó la llamada “Olla Popular”, una estrategia para llegar a las comunidades. Pues ahora le salió competencia con Nausícrate Pérez, a quien también se le vio meneando una olla, lo que no le queda bien. Es como si ahora la China Wong comenzara a lucir corbatas… no. ¡La corbata de Nausícrate es su patrimonio, y a ningún otro candidato le lucirá!