La Presidente Ejecutiva de la Cámara de Comercio, María Claudia Páez Mallarino, sacó un gigantesco paraguas de explicaciones y logró salir apenas con salpicaduras de la extenuante reunión de Junta Directiva cumplida el jueves.
Los argumentos fueron acompañados por un grueso número de asesores, que le bajaron el tono a los hallazgos de la Contraloría General de la República, y cuyo propósito fue el de tranquilizar a los crispados miembros de la Junta.
Los argumentos son del mismo tenor que los contenidos en generosa entrevista de El Universal (aquí el enlace).
Tras la Junta, quedó claro que Páez Mallarino espera ganarle el pulso a la Contraloría en el curso del proceso fiscal por los hallazgos, lo que, a su entender, no resisten la brillantez de sus argumentos.
Respecto de las indemnizaciones por los despidos de funcionarios de trayectoria en esa entidad, la Presidente Ejecutiva se mantuvo en sus decisiones, posada sobre las dudas que arrojan conceptos jurídicos que impiden –de momento- tener certeza sobre sus actuaciones.
Según estableció Revista Zetta de fuentes no oficiales, pero de credibilidad, para la Junta está claro que no es momento para prescindir de los servicios de Páez Mallarino, pues sería concederle total validez a unos hallazgos que no han sido vencidos en proceso fiscal, aunque no ha sido del agrado el manejo dado al caso, en especial por sus exabruptos con medios de comunicación distintos a El Universal, donde goza de evidente simpatía. La Junta considera que aunque no es momento de ponerle un reemplazo, si se puede ir prensando en relevarla más adelante.
Varios miembros de Junta están enterados de la desatinada forma en que se propuso indisponer a un corresponsal de medio nacional, o la manera en que pretendió que desde otra institución se reversaran los efectos del informe inicial de la Contraloría, o la repelencia que le suscitan los medios locales de Cartagena