Análisis de John Zamora (Director Revista Zetta).- Las campanas resuenan para anunciar que faltan dos meses y medio para la elección de Alcalde, el favorito indudable es William García Tirado y solo Yolanda Wong podría atravesarse en su victoria.
Esa es la principal conclusión de dos encuestas publicadas a comienzos de esa semana, realizadas por empresas y metodologías diferentes, pero con resultados similares. (Datexco y Mediciones Estratégicas)
La corrupción sigue siendo el principal problema a derrotar, seguido del desempleo y la inseguridad, y la educación no aparece como prioridad.
Para WGT los resultados son alentadores, pues lo ponen a las puertas del Palacio de la Aduana. En algún momento, su campaña parecía repetir el favoritismo de largo aliento de Quinto Guerra cuando perdió con Manolo Duque, y ese aprendizaje lo levó a medir mejor los tiempos de campaña y corregir errores como el triunfalismo. Ahora que llegó el momento de pisar el acelerador, los resultados se ven.
A Yolanda Wong le queda tiempo para crecer, pero tiene que ser mucho más incisiva. No cabe duda que su campaña acusó el golpe de la información circulada hace un mes, sobre una presunta inhabilidad. Aunque se trató de minimizar, el fantasma de lo ocurrido con Quinto Guerra cuando ganó las atípicas, le afectó.
Igualados en capacidad de trabajo y mística para hacer campaña, WGT solo tiene que hacer labores de mantenimiento, mientras YW deberá ser creativa para acercarse.
A WGT le favorece la atomización de candidaturas, pues entre 15 aspirantes es mucho más fácil destacarse, sobre todo si la mayoría no representan ninguna inquietud electoral. A la gente le gusta subirse al bus de la victoria.
Por eso, a YW le debe comenzar a seducir la idea de lograr adhesiones. Que tres o cuatro candidatos a Alcaldía declinen en su favor, sería positivo, amén de otros golpes de opinión.
En la encuesta de Datexto WGT y YW son los más conocidos, pero en contra de YW está la imagen más desfavorable, a la par que WGT es el segundo imagen más favorable.
Pero la causa está lejos de quedar cerrada entre estos dos candidatos, pues hay un lote que bien podría pensar en acercamientos para hacer contrapeso. No se puede perder de vista que WGT y YW tienen diferencias de estilo, pero en el fondo representan dos opciones de la clase política, un estamento que tiene que demostrar que puede sacar a la ciudad del marasmo a la que la misma clase política la ha llevado, así muchos lo consideren un contrasentido.
Hay dos campañas que resulta frustrante que no tengan mejor registro, las de Fernando Araújo y Nabil Báladi.
Araújo por ser reconocida figura nacional y de quien se presupuestaba mayor protagonismo, lo que evidencia fallas de estructura, como se puede concluir por la ausencia de un enlace de comunicaciones. Sin jefe de prensa resulta más complejo comunicar, pues el candidato se debe dedicar a buscar votos.
También sorprende que Báladi no registre mejor a pesar de los largos años de exposición mediática en su Canal Cartagena, y del tempranero respaldo de un partido político como Polo Democrático, lo que le ahorraba dolores de cabeza para obtener aval.
Claudia Fadul se quedó. La campaña no despegó ni siquiera con la respiración artificial de los videos con Sergio Fajardo, y se olvidó que la imaginación e inventiva son buenas fórmulas a falta de músculo financiero.
Imaginativas e innovadoras han resultado las campañas de Sergio Londoño Zurek y Jaime Hernández Amín, cada cual por su lado.
Su gestión como alcalde encargado por casi un año le dio mucha visibilidad al nombre de SLZ, pero un asunto es el potro del poder y otro muy distinto el asfalto de la candidatura. Queda la sensación que le faltó fuerza a su arranque de campaña y que está muy solitario, aunque conserva un mensaje fresco y apropiado para el momento de la ciudad.
JHA está usando el coco, pero tan llamativo mensaje no ha tenido el calado esperado. Tener movimiento en redes sociales todavía representa muy poco en Cartagena, y se le ve muy solitario.
Si a muchos no les gusta lo que representan WGT o YW, es buen momento para dar pasos claros en un rápido proceso de alianza, pero sin el egocentrismo fracasado de los llamados “alternativos”, que tienen un espejo muy grande que les dice lo bonitos que son, y a la hora de salir a la calle no recaudan ni el voto de la familia.
En otras palabras, es tiempo de pellizcarse. De lo contrario, ya saben lo que van a hacer el 1 de enero de 2020: asistir a la posesión como alcalde de Cartagena de William García Tirado.