Más ardiente que la habitual temperatura de Magangué está la atmósfera política por la acérrima pugna entre las campañas a la Alcaldía de Yalil Arana y Carlos Cabrales, que llegó a un punto cúspide cuando ambas solicitaron la revocatoria de la inscripción, una a otra, y viceversa.
No obstante, lo único que tienen en común es la preferencia para Gobernación de Bolívar, pues ambos sectores respaldan a Vicente Blel Scaff.
La descalificación jurídica mutua llegó tras una semana de intensos contrapunteos, incluso en el plano de la imagen personal de cada candidato por cuenta de expresiones que causaron asombro.
A Carlos Cabrales lo pretendieron ridiculizar cuando en una entrevista dijo que tiene “programas programáticos”, mientras que Yalil Arana causó controversia al decir que “como dijo el filósofo, yo no de eso sé pero sí se quién sabe”.
Las burlas y defensas se viralizaron en una y otra contra, lo que denotó la profunda división política de Magangué y la denodada batalla entre los dos sectores que representan estas candidaturas.
En una esquina está el sector del alcalde Pedro Alí y de su primos Carlos Manuel y Fejed Alí Badrán, quienes respaldan la candidatura de Carlos Emil Cabrales Isaac, avalado por el partido Liberal y otras organizaciones minoritarias.
En la otra esquina están “los Arana”, el sector que encabeza el representante Yamil Arana Padauí, quienes respaldan a su primo Yalil Arana Payares.
La candidatura de Cabrales se viene ventilando desde hace dos años, mientras que la de Arana tiene apenas cuatro meses en escena.
Los amigos de Arana dicen que Cabrales “no pegó”, mientras que los aliados de Cabrales dicen que Arana “no despegó”.
Por encima de esas descalificaciones políticas ahora está en juego la descalificación jurídica, pues ambos candidatos tienen solicitud de revocatoria de inscripción ante el Consejo Nacional Electoral.
La primera que se conoció fue contra Yalil Arana Payares, con el argumento que está inhabilitado por haber tenido un vínculo contractual con Findeter. Este tema fue un sambenito de campaña que se pensó había quedado conjurado cuando Arana presentó una certificación de su separación del proceso antes que comenzara el tiempo de inhabilidad. Pero la contraparte sigue insistiendo en la condición de inhabilitado.
En respuesta, a Cabrales lo acusan de doble militancia, por haber solicitado y obtenido aval del partido Colombia Renaciente, que no utilizó pues se inscribió con aval del partido Liberal.
En Magangué explican que la solicitud a Colombia Renaciente se hizo en momentos en que arreciaba la tempestad por el aval a Gobernación de Bolívar solicitado por Fejed Alí al partido Liberal, y que tuvo tensas las relaciones con el senador Lidio García, lo que finalmente se arregló y todos se fueron con el conservador Vicente Blel. Acudir a otro partido era un “Plan B”, pero ahora la contraparte utiliza esta situación para argumentar una eventual doble militancia.
La cosa está que arde, y todo parece indicar que la temperatura seguirá creciendo hasta reventar los termómetros el 27 de octubre.