Respuesta con tono y dardo
Primer asalto: El alcalde Pedrito Pereira convocó a extras del Concejo y presentó 10 proyectos de acuerdo.
Segundo asalto: El Concejo dice que son muchos proyectos para solo 20 días de sesiones.
Tercer asalto: El alcalde dice que varios proyectos son conocidos, ya han sido presentados, y que pueden quedar en primer debate, para pasar a sesiones ordinarias.
Cuarto asalto. El presidente del Concejo, Rafael Meza, dice que el alcalde puede presentar mil veces un proyecto, pero si no trae los requisitos legales o no es conveniente, no será aprobado.
Dardo 1: El alcalde señaló que algún “allá hay grandes profesionales que conocen el reglamento”.
Dardo 2: El presidente del Concejo dice que “ojalá no vayamos a ver que sean intereses particulares para una persona solamente”.
… y todavía falta la mitad de las extras… y seguimos con las ordinarias el 1 de octubre…
Araújo pide renuncia de Robledo
El senador del Centro Democrático, Fernando Nicolás Araújo, pidió la renuncia del senador Jorge Robledo, del partido Polo Democrático. La razón: por mentiroso.
Robledo dijo que la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez recibió créditos por $17 mil millones del Grupo Aval para financiar sus campañas, y eso es falso, según Araújo. ¿Hará caso tan fácil el senador Robledo?
Invest in comunication
No fuimos enterados pero terminamos enterándonos que Invest In Cartagena hizo un foro con importantes conclusiones, publicadas por su directora María Camila Salas, en El Universal (Reflexiones de CBSummit). No será culpa de ella sino de la inveterada costumbre de los sectores poderosos de Cartagena de solo ver hasta donde llegan sus intereses, sin enterarse que los tiempos cambiaron para siempre. El yo-con-yo ya no funciona y gracias a los medios alternativos y las redes sociales, el monopolio informativo ha quedado rezagado en Cartagena. Cómo nos hace falta Daniel Mendoza quien sí comunicaba sin segregaciones. Tarea para Invest: reaprender a comunicar. Tarea para los poderosos de Cartagena: contemplar la Riviera Francesa o Mónaco, donde están los que sí tienen “billete en pila”