De acuerdo con el jurado, la obra ganadora “reúne casi veinte años de trayectoria poética, desde el libro inicial ‘El oscuro sello de Dios’ (1988) hasta su más reciente ‘Casa en el aire’ (2017), poblados todos ellos de animales y de la familia, de patios y árboles de tamarindo, de silogismo y enigmas matemáticos o filosóficos que terminan por intentar aprisionar el elusivo pez de la poesía”.
La poeta peruana Mariela Dreyfus; y los poetas colombianos Andrea Cote y Juan Gustavo Cobo, coincidieron en afirmar en su veredicto que en la obra de Bustos se respira una atmósfera Caribe, de “vientos, aguas y noches”, acompañados magistralmente por diálogos cifrados con Lezama Lima o Wittgenstein.
Desde el punto de vista de la forma, los tres poetas encargados por el Ministerio de Cultura para escoger al ganador del Premio Nacional de Poesía 2019, destacaron que el trabajo del poeta bolivarense se caracteriza por un “depurado control de la formulación verbal y de la imagen poética bien delimitada, que en muchos casos se nutre de los mitos clásicos y de la vida arquetípica”.
En otras palabras, los poemas de Rómulo Bustos Aguirre -afirma el jurado- “se sostienen en el asombro de la mirada y la fuerza para hacer levitar un mundo que se desploma y logra resucitar al vértigo con el que los sufíes giran hasta ser parte de la danza de los astros”.
Al conocerse el veredicto de los evaluadores de esta convocatoria del Programa Nacional de Estímulos 2019, la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez Camacho, precisó: “el Premio Nacional de Poesía además de los 60 millones de pesos que otorga, busca exaltar la creatividad, calidad y consistencia de la obra de un colombiano que, como Rómulo Bustos, ha dedicado su vida a observar, sentir y reflexionar sobre su entorno y la condición humana para luego contarnos poéticamente su interpretación del mundo”.
La jefe de la cartera de Cultura destacó, además, que este premio constituye una invitación a que más personas en Colombia y el resto del mundo lean tanto la obra de Rómulo Bustos Aguirre, como la de los otros cuatro finalistas y, por supuesto, de todos los autores colombianos que se dedican a crear en diferentes géneros literarios. “Los estímulos son fundamentales para reconocer, visibilizar y apoyar la circulación de los escritores y sus obras en diversos escenarios y circuitos culturales”.