En 26 de mayo de 2015 se autorizó a la empresa MAC a iniciar la exploración de un área del caribe Colombiano con el fin de establecer si se ubicaba el sitio del hundimiento del Galeón San José y para determinar si era procedente su rescate.
El 6 de febrero de 2017 se presentó el informe final de exploración del navío con las características del Galeón San José, el cual se encuentra en una zona del Caribe colombiano en un buen estado de conservación, según se aprecia en de las imágenes conocidas, algunas de ellas publicadas en medios de comunicación.
De acuerdo con la información de la DIMAR, y gracias a las verificaciones realizadas durante los últimos meses, se ha certificado que este hallazgo se encuentra en coordenadas diferentes y distantes de las denunciadas por Sea Search Armada.
Para realizar el rescate del Galeón San José, durante el Gobierno anterior se dio inicio al proceso de contratación de una firma especializada para que mediante el sistema de APP realizara el rescate, el tratamiento de las piezas y la construcción y operación de un Museo lo cual se pagaría principalmente con piezas rescatadas del mismo galeón, siempre que no fueren declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación.
¡Para el actual Gobierno, esta fórmula de pago es inaceptable! Lo que está en el Galeón San José puede tener gran valor económico, pero antes que nada, todas y cada una de las piezas que se rescaten son de enorme e incomparable valor cultural e histórico para Colombia y para el mundo.
Su riqueza histórico y cultural no tiene precio y el derecho de los Colombianos a conocer, difundir y preservar este tesoro cultural, no se negocia y no podemos feriarlo por los anticuarios del mundo!!
¡El Galeón San José es único e indivisible! En él reposa una parte importante y valiosa de nuestra historia y de nuestra trayectoria cultural. Allí en las profundidades del mar no hay solo un montón de cañones, vasijas y joyas ni un puñado de monedas. Allí está una parte de nuestra historia y de la trayectoria del nuevo mundo y jamás debe ser despresada.
¡El Galeón San José está en aguas de Colombia y es de los colombianos! Su rescate solo debe beneficiar a la historia de la humanidad y su rescate debe ser un aporte para el conocimiento y la cultura.
Esto no es solo una convicción, es un asunto de interés público y una obligación Constitucional que debemos cumplir. La Constitución de Colombia le otorga a nuestro patrimonio cultural una “protección constitucional reforzada” que implica que debemos dar un cuidado especial, diferente y superior a nuestro patrimonio arqueológico y al patrimonio cultural. ¡Por esta razón constitucional, se debe preferir ante todo preservar todos los bienes que se rescaten en vez de entregarlos para que se vendan en costosas subastas por todo el mundo!
Por todos los anteriores argumentos, el presidente Iván Duque, la vicepresidente Marta Lucía Ramírez y la ministra de Cultura Carmen Inés Vásquez han reiterado varias veces que por el interés público y por nuestras obligaciones Constitucionales y legales nuestro deber es salvaguardar el patrimonio cultural y para eso debemos hacer todos los esfuerzos necesarios tanto en lo económico y en lo jurídico nacional como en lo internacional.
El anterior gobierno dejó un proceso contractual avanzado y a punto de terminarse. Con el fin de efectuar su revisión jurídica, el proceso fue suspendido, lapso durante el cual también se atendieron múltiples peticiones formuladas en torno al mismo, entre otras, las presentadas por la veeduría nacional, para el control social del patrimonio cultural sumergido de Colombia y por la red universitaria de patrimonio cultural sumergido.
Es lamentable que el Gobierno Santos, hubiera pactado el pago con piezas del rescate. En el estudio realizado hemos encontrado que el originador de la APP le insistió al gobierno Santos que se buscara una fórmula diferente al pago en especie, pero fue el gobierno anterior el que insistió en pagar con piezas del San José. ¡No entendemos como prefirieron entregar nuestra historia en vez de protegerla!
Por todo lo anterior, dado el interés público y la protección constitucional reforzada, con base en la ley de patrimonio cultural sumergido y la jurisprudencia vigente, hemos decidido que en los próximos días le presentaremos al Consejo Nacional de Patrimonio Cultural el informe final de la exploración realizada, con la solicitud de que reconozca al San José y todos los elementos del naufragio como una colección única e indivisible, cuyo testimonio permitirá conocer nuestra trayectoria histórica y cultural y por lo tanto, lo declare como Patrimonio Cultural en su integridad, si después de analizar el informe de exploración lo considera pertinente.
¡Con esta medida, ni una sola astilla, ni una sola vasija, ni una sola moneda, ni una sola piedra, nada de lo que está en la zona del naufragio, podrá ser comercializado!
Frente al proceso contractual y en estricta aplicación de los parámetros legales contractuales continuaremos con él, pero bajo la premisa de que haremos hasta lo imposible para que ni una pieza de las que se extraigan, pueda ser comercializada. El proceso de extracción y conservación de las piezas requiere de alta tecnología y ninguna compañía más se presentó en el proceso.
Los procesos contractuales desde su inicio y hasta su culminación deben estar sujetos a las normas constitucionales y legales que los rigen en consonancia con los procedimientos democráticos y particularmente los relativos a la protección del Patrimonio Cultural de la Nación y este Gobierno, como siempre lo ha hecho, respetará la aplicación de los principios de contratación pública.
Durante los meses precedentes, la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado en su función de prevención del daño antijurídico, ha sostenido conversaciones con el originador y este ha manifestado su plena apertura y disponibilidad a encontrar alternativas para mantener el San José de manera integral como parte de nuestro patrimonio cultural sin que se comercialice ninguna pieza. En los próximos días se empezarán a discutir las alternativas legales correspondientes.
La decisión que hoy se toma no es solo sobre el Galeón San José. Hoy estamos fijando las bases de una política pública clara frente al patrimonio Cultural sumergido. Se calcula que en nuestras costas hay más de 100 naufragios de la época de la Colonia. En ellos está parte de nuestra historia y de nuestra trayectoria cultural, tengan o no riquezas. ¡A todos estos naufragios y a los que se encuentren en los ríos y lagunas les daremos la máxima protección posible!